El kirchnerismo no abandona la idea de resistir en la Cámara de Diputados el debate sobre la polémica media sanción del Senado que propone la coparticipación total del impuesto al cheque. El proyecto “tiene que ir a archivo”, sostuvo el jefe de la bancada oficialista en la Cámara baja, Agustín Rossi, e insistió que el trámite “no tuvo en el Senado la cantidad de votos que exige la Constitución Nacional”. En tanto, la mayoría del conglomerado opositor asegura que convalidará la actuación de los senadores, cuando el pleno de Diputados dirima el miércoles en el recinto y por votación si el tema debe ser tratado por la Cámara baja. Sin embargo, el interbloque de Proyecto Sur trabaja en una propuesta alternativa que “no desfinancie al Estado Nacional y resuelva las necesidades de las provincias”.

“Tiene que ir al archivo”, volvió a repetir ayer Rossi desde Santa Fe para referirse a la “inconstitucionalidad” de la media sanción aprobada por los senadores de la oposición. “El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, ya dijo que llevará el proyecto al pleno. Vamos a dar debate”, agregó el titular del bloque K. Aunque la mayoría de sus compañeros de bancada sostienen que será difícil revertir la supremacía numérica opositora si el tema llega al recinto esta semana.

Fellner se había comprometido, a través de una misiva dirigida a todos los diputados, a que si el Senado devolvía el proyecto –que él objetó reenviándoselo a Julio Cobos– lo pondría a consideración de la Cámara. A pesar de las críticas y advertencias a la postura de Fellner de cuestionar la media sanción de los senadores, la oposición ya tenía previsto en sus cálculos que el tema llegaría a la Cámara baja esta semana. Incluso, conocían de antemano la decisión que raudamente adoptaría Cobos.

El núcleo duro opositor considera que contará con las manos necesarias para imponerse en la votación y ratificar lo actuado por el Senado. Así habilitaría el debate en Diputados y convertirá en ley la coparticipación el total de lo recaudado por el impuesto al cheque.

Si la oposición logra los votos necesarios, Fellner deberá girarlo a las comisiones legislativas para su discusión. “Esto nos demandará de 15 a 20 días”, había pronosticado la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, una de las más fervientes defensoras de la actuación de los senadores opositores. Aunque en algún momento barajó la posibilidad de presentar una propuesta alternativa si la situación se “empantanaba” en la Cámara baja.

Pero la postura de las bancadas de centroizquierda obligaría al resto de la oposición a extremar las medidas para garantizar el triunfo en la votación. En el interbloque que comanda Pino Solanas discuten un proyecto que toma distancia de oficialistas y opositores. Consideran que los problemas provinciales “no se solucionarán con el sostenimiento de un impuesto regresivo” y que su coparticipación total también generaría “un agujero fiscal” al Estado. Entre las propuestas que trabajan está la reimplantación de los aportes patronales, rebajados durante la década menemista, sólo para las grandes empresas, eximiendo a pymes y microemprendimientos. “De esta manera –afirman–, las provincias recuperarán el 15 por ciento de la coparticipación que resignaron entonces para cubrir el déficit de la Anses y no se desfinanciaría al Estado.”

“No estamos de acuerdo con un impuesto regresivo que asfixia a las pymes y las empuja a la economía informal”, argumentan desde el interbloque. Sin embargo, sostienen que si no hay acuerdo y oficialistas y opositores vuelvan a tensar la cuerda, “nos obligarán a optar por el mal menor: la coparticipación del impuesto mientras exista”.