La Cancillería citará mañana a la embajadora británica en Buenos Aires, Shan Morgan, para hacerle entrega de una nota oficial en la que rechazará de plano la protesta del Reino Unido sobre el refuerzo a los controles a los barcos que se dirijan hacia las Malvinas. Será un nuevo paso en la escalada que ambos países vienen protagonizando desde febrero pasado, cuando Londres autorizó a empresas petroleras británicas a explorar la plataforma que rodea a las islas. La situación empeoró luego de que una de esas firmas –Rockhopper– anunciara el descubrimiento de un yacimiento de “alta calidad” en la cuenca norte del archipiélago. El gobierno argentino avisó que protestaría en todos los foros internacionales por esa exploración y utilizaría las armas jurídicas para impedir el saqueo de las reservas naturales del país. Respecto al primer punto, la presidenta Cristina Kirchner denunció la situación en la apertura de la reciente cumbre Unión Europea-América latina y Caribe. Con respecto a lo segundo, el Foreign Office presentó una protesta en la embajada argentina en Londres contra un decreto de la Presidenta que exige autorización a todos los buques que naveguen aguas nacionales, una medida que apunta a complicar el traslado de las naves de bandera británica rumbo a las islas. El argumento británico es que la medida viola el derecho internacional y la Convención sobre el Derecho del Mar. Desde París, donde hizo una escala del viaje que realizó a Armenia, Taiana instruyó a su jefe de Gabinete, Alberto D’Alotto, para que cite mañana a la embajadora Morgan y le haga entrega de una nota donde rechaza en todos sus términos la denuncia británica.