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Desde el oficialismo siguen con atención cómo el PJ disidente se unifica para dar pelea en 2011, pero el reacomodamiento no parece preocuparlos demasiado. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, consideró que “en términos de votos” no lo “impresiona” la novedad. “Mi preocupación como dirigente es ver cómo hacemos nosotros para triunfar, ya que tenemos elementos más que contundentes para ser acompañados por la sociedad argentina”, completó. Por su parte, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, sostuvo que se trata de “una unión transitoria de intereses” que expresa “parte del pasado. Y la Argentina no quiere volver al pasado”. El titular de la CGT, Hugo Moyano, advirtió que, más allá del nombre, “tienen muy poco que ver con el peronismo” y recordó: “Cuando tuvieron la oportunidad de negociar, no han hecho demasiado”.

“La preocupación nuestra es juntar votos, no preocuparnos por otros”, se desentendió Fernández, en una entrevista radial. El jefe de Gabinete reconoció que la firma del documento “Reencuentro”, por parte de Eduardo Duhalde, Felipe Solá, Francisco de Narváez, Carlos Reutemann y otros dirigentes del Peronismo Federal, es “saludable para la democracia”, pero aseveró que eso no cambiará los planes del oficialismo.

“A mí no me impresiona, porque lo miro en términos de votos –explicó Fernández–. Cuando llegue el momento, que cada uno se ponga los pantalones cortos y salgamos a la cancha. No vamos a estar preocupándonos por ese tema.”

Randazzo consideró que este acuerdo “es una expresión del peronismo que es parte del pasado” y agregó: “La Argentina no quiere volver al pasado”. El ministro del Interior repitió un argumento kirchnerista que volvió a ganar fuerza esta semana: en las próximas elecciones se enfrentarán dos modelos. “Uno representa la restauración conservadora de muchos de estos dirigentes que expresan la década del 90, la Argentina de la explosión, el abandono del Estado, la pobreza y la indigencia –graficó–. El otro es la Argentina de la transformación.”

El funcionario, además, intentó cortar las discusiones sobre la transparencia de unas eventuales elecciones internas del Partido Justicialista, puesta en duda por un sector de los disidentes. “Están dadas las condiciones. No hay excusas para que no participen.”

Por su parte, el titular de la CGT, Hugo Moyano, fue un paso más allá al afirmar que los firmantes del acuerdo “son advenedizos al peronismo y tienen muy poco que ver con el peronismo”. Para el dirigente sindical, “nadie puede dudar de que son hombres que, al momento de asumir responsabilidades, en algunos casos se han ido”, en referencia a “Rodríguez Saá, Puerta y Solá”. Ellos, aseguró, “ya demostraron que apenas han sabido asumir alguna responsabilidad, no han hecho demasiado”.