[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Nueve policías exonerados en la purga del 2004 de la Policía Federal. Cuarenta y dos de los cincuenta y dos altos mandos con algún tipo de desempeño durante la dictadura. Una cifra igual de significativa de agentes de inteligencia. La comisión legislativa que revisó los legajos de la Policía Metropolitana terminó su tarea y ésos fueron los primeros resultados que resaltaron los opositores porteños. “Cuatro de cada cinco jefes que nombró Macri vienen de la dictadura”, sostuvo el legislador del MST Marcelo Parrilli. “Se percibe la impronta del Fino Palacios: hay una gran cantidad de personal que proviene de inteligencia”, advirtió la kirchnerista Gabriela Alegre.

Luego de que dos jefes de la fuerza fueran arrastrados por el caso de espionaje ilegal, la Metropolitana sufrió una sucesión de escándalos por policías incorporados en la epoca de Palacios que trajeron consigo causas judiciales pendientes. A raíz de la polémica, el ministro de Justicia, Guillermo Montenegro, dio de baja a trece oficiales y sostuvo que iba a revisar legajo por legajo. Por otra parte, se constituyó una comisión legislativa con macristas y opositores con el mismo fin.

En la primera reunión, Parrilli acusó a uno de los oficiales, Ricardo Raúl Ferrón, por haber sido uno de los que fue a detenerlo durante la dictadura junto con el entonces titular del CELS Emilio Mignone. La revisión de los legajos fue seguida tanto por opositores como por macristas, además de por la defensora del Pueblo, Alicia Pierini. Estas tres partes tendrán que elaborar un informe final, que seguramente terminará dividiéndose en varios.

Los opositores ya dejaron sus impresiones preliminares. “De los 52 altos mandos, 42 actuaron en cuerpos represivos o de inteligencia durante el terrorismo de Estado y varios en la represión de diciembre de 2001. Casi todos son de la Federal, muchos de la Superintendencia de Seguridad Federal e incluso de su División de Asuntos Políticos”, sostuvo Parrilli.

“Quedó claro que hubo una importante falta de rigor en la incorporación de los policías”, planteó Alegre, quien encontró al menos nueve casos de policías que fueron dados de baja en la purga de la Policía Federal que ordenó Néstor Kirchner en 2004. Los certificados de reincidencia de esos policías no registran ninguna causa pendiente, pero eso mismo ocurrió en el caso del oficial Fausto Colombo, a quien tuvieron que separar luego de que se conoció que estaba procesado en una causa por la presunta protección de prostíbulos.

“Hay un 80 por ciento de los altos cargos de la Metropolitana que proviene de la Federal. De ésos, la mayoría estuvieron en destinos en los cuales no pueden haber desconocido el accionar del terrorismo de Estado”, advirtió Alegre, quien señaló que “además, hay una incompatibilidad con las empresas de seguridad privada. Hay casos dudosos, donde no encontramos la baja de personas que tuvieron actividad en seguridad privada. Para el ingreso a la Metropolitana, no se tomaron el trabajo de comprobarlo”.