El Grupo A concretó ayer una cumbre en la que reunió a los máximos dirigentes de las dos Cámaras del Congreso. Sentados en la presidencia del bloque de senadores radicales, una veintena de legisladores de la oposición acordó conformar una “comisión operativa” para coordinar el trabajo de ambos cuerpos, después de un año de la elección de 2009, en el que no lograron sancionar ninguna ley de las prometidas durante la campaña. Con la presencia de los diputados Elisa Carrió, Felipe Solá, Oscar Aguad y Federico Pinedo y los senadores Gerardo Morales, Ernesto Sanz, Adolfo Rodríguez Saá, Chiche Duhalde y Carlos Verna, entre otros, los opositores buscaron dar un fuerte gesto político y encaminar el trabajo parlamentario en la segunda mitad del año para “no superponerse” en los temas y lograr avanzar en su agenda, que incluye la reforma del Indec, el Consejo de la Magistratura, los superpoderes y el aumento al 82 por ciento móvil para los jubilados. No participaron del encuentro los legisladores de Proyecto Sur.

A poco de cumplirse un año de las elecciones parlamentarias del año pasado, el denominado Grupo A se juntó para hacer un balance y corregir las desinteligencias que le valieron hasta ahora la aprobación de iniciativas en alguna de las Cámaras pero ninguna victoria completa sobre el oficialismo. “La oposición del Congreso se reunió con el fin de coordinar el tratamiento de la agenda legislativa opositora”, relató por Twitter el titular de la bancada PRO, Federico Pinedo, haciendo gala de las costumbres virtuales del macrismo.

Para contrarrestar las frustraciones, se resolvió que como criterio general los temas más fuertes arrancarán su debate y eventual sanción en Diputados, porque allí la oposición tiene mejor número para aprobarlo. Una vez con media sanción, se redoblará la presión sobre el Senado, donde el oficialismo, con un escenario de equilibrio, se las ha ingeniado hasta ahora para contener la avanzada opositora. Una vez por semana se reunirán los responsables de la coordinación operativa: por el Senado, Laura Montero (UCR), María Eugenia Estenssoro (CC), Norma Morandini (Frente Cívico de Córdoba), Rubén Giustiniani (PS) y Sonia Escudero y Liliana Negre de Alonso (PJ disidente). Por Diputados, Silvana Giudici (UCR), Patricia Bullrich (CC), Paula Bertol (PRO), Felipe Solá (PJ disidente), Mónica Fein (PS).

La cumbre de ayer, de la que participaron los presidentes de los bloques de ambas Cámaras, se repetirá al mediodía del martes que viene, pero en Diputados, y está previsto que estas reuniones también se realicen una vez por mes.

“Nosotros no vamos a participar de las reuniones del Grupo A porque no formamos parte de eso”, aseguró a Página/12 el diputado de Solidaridad e Igualdad Eduardo Macaluse, quien integra el interbloque Proyecto Sur que lidera Fernando “Pino” Solanas. Macaluse relató que podrán mantener conversaciones con dirigentes de la oposición y también del oficialismo pero en torno de proyectos concretos. Fuentes del Grupo A aseguraban que con Proyecto Sur están “muy cerca” en el contenido de los proyectos y que las diferencias son “de posicionamiento”.

Entre las iniciativas a las que la oposición le pondrá más energía se encuentra el aumento al 82 por ciento móvil para los jubilados, que ayer obtuvo dictamen por separado en ambas cámaras. Para avanzar con este tema se paralizó la media sanción del Senado sobre la coparticipación del impuesto al cheque. Además hay una idea de modificar la Asignación Universal por Hijo implementada por el Ejecutivo para actualizarla y “eliminar incompatibilidades”. La oposición sostiene que hay dos millones de chicos no alcanzados por la medida.

El Senado seguirá el tema del Indec, que lo tiene más avanzado que la Cámara baja. Ayer se avanzó en un preproyecto que tendría ocho firmas para presentar mañana en la Comisión de Población, que incluye el acuerdo del Senado para la designación de autoridades, la creación de una comisión bicameral de seguimiento y la creación de un Consejo Federal consultivo (los radicales buscaban que sea resolutivo).