El ex presidente Néstor Kirchner ingresó ayer a última hora en el Sanatorio de Los Arcos. Según el parte médico, el diputado y titular de la Unasur sufrió una obstrucción coronaria, lo que motivó que le hicieran una angioplastia y le colocaran un stent. Quedó internado en terapia intensiva, según sus médicos, para observación. Lo acompañaba la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Los primeros trascendidos indicaban que Kirchner sufrió un dolor en el pecho durante la tarde, mientras estaba en la quinta presidencial. Después de recibir allí una primera atención, fue trasladado hasta la Clínica Olivos. Desde ese lugar fue llevado más tarde al sanatorio del barrio de Palermo, donde finalmente fue intervenido. El parte médico, leído en la puerta de la clínica por su vocero Alfredo Scoccimarro, afirmó que estaba programada de antemano una angiografía coronaria. Al detectarse la obstrucción de una de esas arterias, se decidió la intervención.

Es la segunda vez en el año que Kirchner es atendido en el Sanatorio de Los Arcos. El 7 de febrero pasado fue operado de urgencia luego de haber sufrido un obstrucción en la arteria carótida derecha que le produjo un pequeño accidente cerebro vascular.

Aquella lesión no le dejó consecuencias y después de un período de recuperación de alrededor de un mes, el ex mandatario pudo retomar con normalidad su actividad política. Su última aparición pública fue el jueves pasado en el barrio de La Boca, donde encabezó un acto partidario.

El malestar que sufrió ayer no está relacionado con el episodio por el cual fue operado a principios de año. Esta vez tuvo una afección en una arteria coronaria.

En el Sanatorio de Los Arcos le hicieron un cateterismo y le colocaron un stent. Después de la intervención quedó internado en la unidad de cuidados intensivos en el quinto piso.

La operación que le practicaron consiste en la inserción de un catéter a través de una arteria femoral para remover la obstrucción del conducto afectado y la posterior colocación de un stent, un dispositivo tubular que se sitúa dentro de la arteria para mantenerla permeable y evitar su colapso luego de la desobstrucción.

Colaboradores de Kirchner afirmaron a este diario que la intervención había sido exitosa y que no corría ningún peligro.

El primer dirigente kirchnerista en aparecer ante las cámaras que se apostaron en la puerta del Sanatorio de Los Arcos fue el legislador porteño Juan Cabandié. Después de permanecer unos pocos minutos en el interior del centro asistencial, Cabandié contó que si bien no había podido hablar con Kirchner ni con la Presidenta, allegados al matrimonio le comunicaron que el diputado estaba bien y ya había hablado con sus familiares. Luego se vio ingresar al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.

Cerca de la una de la mañana empezaron a llegar militantes kirchneristas para expresarle su apoyo al ex mandatario. Eran integrantes de la agrupación juvenil La Cámpora, uno de cuyos referentes es Máximo Kirchner, quienes colocaron una bandera en el paredón del ferrocarril que pasa frente al Sanatorio de Los Arcos.