Después de que sus denuncias sobre supuestos “aprietes” y “actos de corrupción” pusieran bajo sospecha tanto a legisladores oficialistas como opositores en la Cámara de Diputados, Elisa Carrió abandonó los raid mediáticos y regresó a “retiros” doctrinarios y a las relaciones familiares. Distanciada y con muchos menos amigos dentro del maltrecho Grupo A que organizó y condujo, Lilita viajó a México para el casamiento de uno de sus hijos y no estará presente en la “sesión preparatoria” –que elegirá las autoridades de la Cámara baja para el próximo año–, donde su bloque irá por la cabeza de los oficialistas Eduardo Fellner y Patricia Fadel. Carrió convertirá su viaje familiar en vacaciones, y regresará el 12 de diciembre, para presidir una asamblea partidaria que preparará el lanzamiento, los primeros días de enero, de la campaña electoral que la tendrá nuevamente como candidata a presidente por la CC.

La convocatoria opositora para la sesión especial del miércoles pasado en la Cámara baja estuvo en duda hasta el último momento. Cuando el peronista anti-K Ramón Puerta, que ingresó corriendo al recinto, se tiró en su banca, el tablero electrónico marcó “quórum” y los diputados opositores estallaron en aplausos. “Lo conseguimos porque Lilita no estuvo en la organización”, lanzó como una mezcla de chanza y afirmación un diputado de la oposición. Después de sucesivos fracasos para alcanzar el quórum propio, la Coalición Cívica y su secretaria parlamentaria, Patricia Bullrich, se marginaron del “armado” opositor. “Nosotros pusimos el cuerpo y esfuerzo en tratar de garantizar que podamos sesionar, pero no todos hicieron los mismo”, se justificó Bullrich ante Página/12, en medio de reproches para el resto de la oposición.

Por eso, Carrió flexibilizó la rígida disciplina que había impuesto a su bloque, que tuvo asistencia perfecta en varias de las fracasadas convocatorias anteriores. Los diputados Griselda Baldada, Marcela Rodríguez y Adrián Pérez aprovecharon el respiro y no estuvieron en el recinto el miércoles pasado.

Pero Lilita sí, y volvió a marcar el ritmo. Hizo saber al resto de la oposición que esa misma noche viajaba a México junto a otras dos diputadas de su bloque, lo que dejaría al Grupo A sin quórum. El extenso temario obligó al conglomerado opositor a tratar de apurar el debate y dejar de lado discursos para tratar de alcanzar ese objetivo.

Pero el oficialismo no quiso dejar pasar por alto las críticas a Carrió después de que la Comisión de Asuntos Constitucionales, sin pruebas ni elementos, y con el respaldo de varios bloques opositores, archivara las denuncias de Lilita, la radical Elsa Alvarez y la cobista Cynthia Hotton. Casi una decena de diputados K planteó “cuestiones de privilegio” para que la misma comisión evalúe las conductas de las tres diputadas y de Graciela Camaño, después delsoberbio cachetazo al kirchnerista Carlos Kunkel.

Tras el regreso de un spa cordobés para tratar de bajar de peso, Carrió desató las denuncias de “un nuevo Pacto de Olivos” y “la Banelco de Cristina”. Esta estrategia no cayó nada bien entre sus ex socios políticos, como volvieron a demostrar el miércoles. Cuando Bullrich salió al cruce de las críticas con los mismos argumentos que había esgrimido Carrió en sus denuncias, sólo cosechó aplausos en su propia bancada.

Antes de partir a México, Lilita reagrupó a su tropa en un “retiro” político en San Nicolás. Allí les dijo que lanzará su campaña presidencial los primeros días de enero y que no habrá alianzas con sus viejos socios del Acuerdo Cívico. También dejó instrucciones a sus diputados. Serán los más intransigentes con el kirchnerismo a la hora de renovar las autoridades de la Cámara de Diputados en la sesión preparatoria, que en principio está prevista para el 1º de diciembre. Quieren desplazar al presidente Fellner y la vicepresidenta segunda Fadel, a quienes responsabilizan de “no haber garantizado los acuerdos de convivencia” en el cuerpo legislativo. La CC volverá a subirle la vara al resto de la oposición, aunque ni Carrió ni sus diputados saben si esta vez algún bloque opositor los acompañará en el salto.