El kirchnerismo salió ayer a bajarle el tono a la polémica desatada por las colectoras. El apoderado del Partido Justicialista, Jorge Landau, revió su postura frente al esquema y admitió que la ley electoral no impide su uso en las próximas elecciones, mediante las cuales la boleta presidencial del Frente para la Victoria podría llevar más de un candidato a gobernador. Los intendentes históricos del conurbano bonaerense, mientras tanto, evitaron las críticas de días anteriores y se llamaron a silencio.

El oficialismo cerró, de esta manera, filas en torno del tema que enfrenta a varios caciques comunales con los transversales en provincia de Buenos Aires, en particular el titular de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella. Landau, que el martes había asegurado “no encontrar la fórmula para que las colectoras puedan funcionar”, reconoció ayer que a partir de las leyes electorales de la provincia y de la Nación “surge la posibilidad de utilizar” a las colectoras en las elecciones generales.

“En las primarias pueden utilizarse, porque así fue pensado cuando se aprobó la ley”, explicó el apoderado del PJ, que reveló que hasta ese momento “la duda era con respecto a las elecciones generales”. “No obstante, utilizando el régimen de simultaneidad que existe entre las elecciones nacionales y provinciales, en atención a que no está prohibido ni permitido, al analizar las dos legislaciones surge la posibilidad de utilizarlas”, señaló Landau.

Ayer, más dirigentes del Frente para la Victoria se expresaron a favor del esquema. El primero de ellos fue el diputado provincial Fernando “Chino” Navarro, quien estimó que existen “situaciones excepcionales que ameritan” la habilitación de esas listas. Para el dirigente del Movimiento Evita –que ratificó su respaldo a las reelecciones de Daniel Scioli y de CFK– la polémica sobre el tema es estéril, ya que “la prioridad es consolidar a Cristina Kirchner y después analizar las cuestiones que tienen que ver con las provincias y los municipios”. “Subordino cualquier accionar político a los intereses del modelo nacional. Si el modelo nacional requiere colectoras, habrá colectoras”, sentenció Navarro.

Horas más tarde, el diputado kirchnerista Carlos Kunkel sostuvo que “no hay un mecanismo de impedir que un partido provincial se adhiera a una fórmula nacional” y recordó que “el 24 de febrero de 1946 la fórmula Perón-Quijano fue con dos boletas, con la Junta Renovadora de la UCR y el Partido Laboralista, y así fue la primera elección que ganó el peronismo”.

Los impulsos al sistema electoral desalentaron la aparición de nuevas críticas de los caciques comunales, que en las últimas semanas habían intensificado sus ataques contra Sabbatella por su intención de presentarse en la provincia como rival de Scioli. En diálogo con Página/12, el diputado de Nuevo Encuentro sostuvo que “algunos dirigentes del kirchnerismo se confunden al plantear la discusión en clave de internas, cuando en realidad no estamos participando del debate de ninguna interna”.

De acuerdo con el ex intendente de Morón, la fuerza política que conduce “necesita que Cristina sea reelecta para avanzar en el rumbo iniciado en 2003, por eso le pone el cuerpo a su candidatura al tiempo que presenta candidatos en Buenos Aires, donde lo que pasa en la provincia dista mucho de ser lo que sucede a nivel nacional”. Por eso, resumió, “habrá dos fórmulas distintas que coinciden en la fórmula nacional, no es la interna tal como se la conoce”.

Acallada la polémica entre el kirchnerismo y sus aliados, el rechazo a las colectoras quedó en manos de la oposición. El líder de Unión Celeste y Blanco, Francisco de Narváez, las calificó como “una maniobra desesperada del kirchnerismo para ganar una elección que va a perder”, mientras que el diputado bonaerense Jorge Macri denunció que la habilitación de esas listas “genera una enorme confusión en el electorado y una enorme dispersión de votos que el kirchnerismo pretende usar como una trampa para permanecer en el gobierno”.

Informe: Federico Poore