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En la gira por el sur, Elisa Carrió y su pequeña comitiva recorrieron seis mil kilómetros, visitaron 33 ciudades y pasaron por cinco provincias. Y sólo una vez, cerca de Viedma, rompieron los amortiguadores del Ford Mondeo, viejo y sin aire, de la diputada Graciela Ocaña. Recién llegada del extenuante viaje de campaña, la candidata presidencial del ARI está más convencida que nunca de su estrategia: recorrer el país, fortalecer su partido, ignorar las interminables disputas del peronismo y, fundamentalmente, tomarse las cosas con calma.
A lo largo de casi un mes en la ruta, Carrió comprobó que el ARI –una fuerza prácticamente nueva y que hasta ahora peleó sólo una elección– ha logrado cierta presencia en el interior, aun en las localidades más chicas.
Según comentan cerca de la diputada, las organizaciones locales, de lo más variadas, suelen ser producto del trabajo de jóvenes y mujeres. Un ejemplo: en San Martín de los Andes, un grupo de militantes se juntó espontáneamente a través de una FM comunitaria, en un bar cercano a la radio, y se convirtió en el núcleo del ARI local.
“Nosotros sabíamos que teníamos locales y militantes en los centros urbanos, en las capitales de provincia, en los lugares donde nuestro mensaje llega más claramente. Lo que nos sorprendió ver que también estamos en los lugares más pequeños”, aseguran en el ARI.
Quizás por eso, una vez concluida la gira, Carrió ratificó la estrategia de recorrer el país para seguir consolidando su joven partido. El comando de campaña prepara visitas a Córdoba, Santa Fe y San Juan. Más tarde, Carrió viajará a otras provincias del Noreste y, cuando el calor amaine un poco, se animará al Noroeste. Mientras, continuará caminando los barrios de la Capital y el Conurbano.
Más allá del armado territorial, el otro objetivo es trabajar en el plan de gobierno que coordinan Marcela Rodríguez y Rubén Lo Vuolo. Para profundizar el proyecto, Carrió se dedicará a armar los equipos y hasta planea designar a un técnico como responsable de cada área. En pocos días, la chaqueña encabezará un seminario sobre “gobernabilidad alternativa”. Organizado por el ARI, el encuentro busca demostrar que es posible hacer una buena gestión sin el apoyo de los partidos tradicionales.
En cuanto a la interna del PJ, el plan de Carrió consiste en ignorarla. No se focalizará en ningún candidato y –pese a los consejos de algunos asesores– no buscará uno en especial para polarizar el debate. “La idea es mostrar que el nuestro es un camino diferente, totalmente al margen”, sostienen cerca de la diputada.
Tampoco buscará nuevas alianzas. La relación con los socialistas, definitivamente rota, fue el último intento por formar un frente que supere a su propio partido. Y ahora Carrió está convencida de que la decisión de no articular una coalición más amplia fue correcta. “Imagínense si les hubiéramos hecho caso a los que nos decían que teníamos que juntarnos con (Néstor) Kirchner. Estaríamos presos de la interna peronista”, señala la chaqueña.
Por eso, Carrió no ensayará en sus discursos ataques frontales y mantendrá la línea programática que había inaugurado en el lanzamiento de su candidatura en el Teatro Coliseo. “El microclima político de la Capital a veces encandila. En el interior son pocos los que siguen los vaivenes del Gobierno o las sutilezas de la interna peronista”, explica un vocero de Carrió.
Según comentan cerca de la chaqueña, durante la gira por el sur la delegación comprobó que las preocupaciones más repetidas suelen sintetizarse en dos cuestiones básicas. “Trabajo, en primer lugar. Y justicia: la gente tiene claro que no se puede reconstruir la Argentina sin recrear la justicia”, sostiene la diputada. Pero, más allá de cualquier estrategia, para Carrió lo fundamental es tomarse las cosas con calma. Aún tiene pendiente la designación de su compañero de fórmula –toda una definición– cuyo nombre debe anotar antes del 8 de marzo. El 28 de febrero vence el plazo para inscribir las candidaturas en la provincia de Buenos Aires, lo que no sólo implica presentar la fórmula para la gobernación, sino también las listas de diputados nacionales, legisladores provinciales, intendentes y concejales. Además, Carrió debe definir candidaturas en otros distritos, diseñar la estrategia comunicacional para el último tramo de la campaña y reclutar 80 mil fiscales antes del 27 de abril.
Cuando se le pregunta por todo esto, la chaqueña responde que lo único que puede hacer es seguir trabajando y, básicamente, tomarse las cosas con calma. “Yo doy un ejemplo: (Carlos) Menem, (Adolfo) Rodríguez Saá y (Ricardo) López Murphy designaron antes sus candidatos a vice, y en los tres casos se equivocaron. Acá el que se apura pierde”, señala la candidata del ARI. Luego de un mes fuera de la Capital, con miles de kilómetros recorridos y algunos kilos nuevos, Carrió parece más confiada que nunca en que el camino elegido es el correcto.