Miércoles, 1 de junio de 2011 | Hoy
EL PAíS › ENTREVISTA CON HéCTOR TIMERMAN SOBRE LA VISITA OFICIAL DE LA PRESIDENTA EN ROMA
El canciller destaca el “buen momento” que pasan ambos países, tras nueve años sin encuentros oficiales entre sus presidentes. Habla de la situación de los bonistas italianos, de Telecom y del acuerdo para abrir archivos diplomáticos de la época de la dictadura.
Por Fernando Cibeira
Desde Roma
La presidenta Cristina Kirchner iniciará hoy la actividad oficial de una visita a Italia que tiene algo de histórica, si se tiene en cuenta que hace nueve años que un presidente argentino no mantiene un encuentro formal con las autoridades italianas debido al affaire de los bonistas que quedaron fuera de la negociación posterior al default. En esta entrevista a bordo del avión de línea que lo trasladó de México a Roma, el canciller Héctor Timerman asegura que el relanzamiento de las relaciones con Italia fue uno de los objetivos que se propuso al asumir. “Argentina e Italia no pueden estar separadas. La mayoría de los argentinos son descendientes de italianos, para nosotros no es un país cualquiera”, afirma.
–¿Con estos encuentros quedará definitivamente normalizada la relación?
–Me reuní varias veces con el canciller italiano Franco Frattini para restablecer el diálogo, en el que se tenga en cuenta el desarrollo económico como punto esencial. Las relaciones con Italia ya están relanzadas, Cristina Kirchner va a la confirmación del buen momento que están pasando ambos países. El primer ministro Silvio Berlusconi va a hacer un almuerzo en honor para la Presidenta en un momento en que habrá más de 40 líderes del mundo en Roma.
–¿Van a firmar el acuerdo sobre los archivos italianos de la época de la dictadura?
–Sí, con Frattini vamos a firmar el documento por el que se van a abrir todos los archivos italianos, de la Cancillería y de las embajadas, en un gesto de mucha solidaridad hacia nuestro país. Eso nos va a permitir acceder a información, especialmente sobre los chicos que hoy permanecen desaparecidos, y para tener nuevos conocimientos de los mecanismos de la represión.
–¿Imaginan que habrá protestas por la situación de los bonistas?
–Argentina está técnicamente fuera del default, ya arregló su situación de deuda con el 93 por ciento de los acreedores. Siempre queda gente que protesta, pero hay que tener en cuenta que hubo una transferencia de deuda de los bancos italianos a los bonistas de la que Argentina no se puede hacer responsable.
–¿Imagina que Berlusconi sacará el tema en el almuerzo de hoy?
–En ninguna de las reuniones de las que participé con Frattini se habló de eso porque saben que hemos dado dos oportunidades generosas a los acreedores y la mayoría –incluso la mayoría de los bonistas italianos– la aceptó. Igual, siempre podrá quedar una persona que no esté satisfecha.
–Otro caso que preocupaba a los italianos era la situación de Telecom. ¿Eso quedó resuelto?
–Sí, quedarán algunos diálogos más pero se llegó a una situación satisfactoria para las partes, que llevó a Telecom a incrementar sus inversiones en Argentina. Más que de esos temas en las reuniones vamos a hablar del G-20, de la crisis financiera, de la difícil situación de Europa. Hay que acostumbrarse en nuestros viajes a que los problemas no son argentinos, sino que Argentina está más bien ayudando a resolver los problemas en otros países. Hoy lo que hay que cambiar es la mentalidad de algunos argentinos que creen que cuando salimos al mundo tenemos que salir a dar explicaciones y no a participar sobre cómo resolver problemas globales donde Argentina tiene mucho para decir.
–¿Y qué tema prevaleció durante los encuentros que mantuvieron con el presidente de México, Felipe Calderón?
–Hemos estado trabajando mucho para generar un vínculo fuerte con México y establecer parámetros de acción conjunta en muchos foros internacionales. Con México trabajamos en el G-20, en la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU y nos interesa que México tenga un rol en América latina, que recupere la influencia que tenía hace algunos años en su región. Calderón se mostró interesado en relacionarse más intensamente con el Mercosur y con la Unasur.
–¿A cuál de los diez acuerdos que se firmaron con México le otorga más importancia Argentina?
–Un acuerdo importante para Argentina es el de inversiones. Vemos mucho interés de inversores mexicanos en buscar oportunidades en nuestro país. Nos interesa porque en México hay muchos inversores con mucha disponibilidad para invertir y también porque es importante no depender de los centros financieros internacionales ni de los mercados tradicionales, sino buscar en países donde podemos tener una relación mucho más “horizontal”.
–¿Hablaron de la situación del FMI?
–Sí, ellos tienen un candidato para la presidencia, el titular del Banco de México, Agustín Carstens. En el G-20 fuimos adalides de la necesidad de que ni el Fondo les pertenezca a los europeos ni el Banco Mundial a los norteamericanos, sino que debe encabezarlos el mejor candidato. Lo seguimos sosteniendo, pero también consideramos que la candidata francesa, la ministra Christine Lagarde, tiene gran capacidad para liderar el FMI. Ambos países nos pidieron apoyo para su candidato. Argentina resolvió evaluar las presentaciones y decidir luego de acuerdo a los méritos y a su plan de acción. Quien elijamos debe entender la necesidad de una reforma profunda para que el Fondo vuelva a ocupar el lugar que tenía cuando fue fundado: ayudar al desarrollo, no actuar de policía de instituciones financieras privadas.
–¿Le plantearon a México el déficit comercial de 600 millones de dólares que tiene Argentina en el intercambio?
–Hablamos del déficit comercial y también de las inversiones. Estamos buscando mecanismos de evaluación para reducir ese déficit, hay una comisión trabajando en eso. Pero quiero recordar que durante diez años Argentina tuvo superávit con México, son situaciones que se dan en un mundo que cambia, con grandes crisis en los centros internacionales que afectan a los países. Hay oportunidades de comercio con México que aún no han sido explotadas por los empresarios, pero al mismo tiempo tenemos que aprender algo: no se puede tener superávit con todos los países.
–¿Argentina apoyó a México en su protesta a Estados Unidos por las armas que compran los narcos?
–Nuestra posición es de total solidaridad con México y pensamos que mientras exista demanda de droga habrá organizaciones criminales que se ocupen de satisfacerla. México pone la sangre y el dolor y otros países comercializan y consumen la droga y venden armas. Pero esto no quiere decir que los gobiernos estén involucrados. Las armas vienen desde Estados Unidos, no son de Estados Unidos.
–Fue llamativo el rol del empresario Carlos Slim como anfitrión de la Presidenta.
–El nos ve como un gran país para sus inversiones. Siendo uno de los empresarios más importantes del mundo y con muchos intereses en nuestro país, era lógico que hiciera esta invitación a la Presidenta. Ahora va a invertir en minería y está viendo otros aspectos de nuestra economía, a la que ve muy estable y creciendo a buen ritmo. A la mesa que compartimos con la Presidenta en la cena en su museo estaban sentados varios de los más importantes empresarios mexicanos y todos dijeron que estaban analizando invertir en el país.
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