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“En primer lugar, respetamos la decisión de Daniel Filmus de llevar adelante el ballottage.” El legislador porteño que integra la bancada de Proyecto Sur, Rafael Gentili, anunció en una carta que subió a su página web su apoyo al candidato kirchnerista, Daniel Filmus. La misiva expresa además un diagnóstico del resultado de los comicios porteños: “Este escenario (por el triunfo del macrismo) es consecuencia de que las fuerzas progresistas no hemos podido dejar de lado nuestras diferencias en el plano nacional para construir una oposición compacta y solvente al macrismo y una alternativa de gobierno eficaz, transformadora, creativa y audaz”. El diputado caracteriza el apoyo como “un compromiso con el presente, pero también como una apuesta a futuro por la convergencia de todas las fuerzas progresistas de la Ciudad”.

El posicionamiento de Gentili se enmarca en una serie de pronunciamientos que expresaron, desde distintos ámbitos, varios dirigentes de Proyecto Sur. La noche del 10 de julio, con los resultados del escrutinio provisorio, el diputado Fernando “Pino” Solanas, quien había quedado tercero en la disputa por la ciudad de Buenos Aires, declaró “libertad de acción”. Minutos más tarde, el diputado Claudio Lozano, dirigente del partido que integra Gentili, dijo a través de un comunicado que la posición de esa fuerza –Buenos Aires Para Todos– sería “Con Macri ni a la esquina”. Un día después, el hombre que encabezó la lista de legisladores porteños de Proyecto Sur, Pablo Bergel, anunció que votaría a Filmus y, para que no quedaran dudas, tres días más lo ratificó. A su vez, el 26 de mayo, 45 días antes de la primera vuelta, el compañero de fórmula de Solanas y legislador porteño del Partido Socialista Auténtico, Jorge Selser, había anunciado que ante una eventual segunda vuelta apoyaría al candidato del Frente para la Victoria, al igual que el también legislador y mano derecha del cineasta, Julio Raffo, quien se manifestó en el mismo sentido en un programa televisivo emitido por la señal Todo Noticias la noche del 5 de julio. Gentili, por su parte, consideró que su opinión está en sintonía con lo expresado por los demás referentes de su espacio. “Me manejo en el marco de la libertad de acción de nuestra fuerza”, afirmó.

–¿Habló con Daniel Filmus del tema?

–No. Filmus lo sabe, pero no hemos hablado hoy (por ayer).

–¿En qué sentido piensa que su apoyo aporta a la campaña por el ballo-ttage?

–Más que un aporte, prefiero pensarlo como un pronunciamiento responsable desde el lugar que me toca ocupar. Un dirigente político no puede no pronunciarse ante una coyuntura en la que se disputa la continuidad del gobierno de Macri.

–El documento que escribió está escrito en primera persona del plural, pero lo firma usted. ¿Cuál es el “nosotros” al que hace referencia?

–Expreso la opinión de un grupo de compañeros que no es un colectivo con una orgánica propia al interior del partido, ni con una visibilidad por fuera del partido, pero con los que venimos discutiendo política hace mucho tiempo. Expreso la opinión de ese grupo, pero como soy yo el que tiene representación institucional, lo firmo. Espero que sirva para estimular el debate al interior de nuestro espacio.

–¿Cómo fue la recepción por parte de sus compañeros de bancada y sus referentes?

–Hubo respeto a mi decisión en el marco de la libertad de acción.

–Sin embargo, usted no manifestó tal cual la opinión de Solanas ni de Lozano.

–Me manejo en el marco de la libertad de acción de nuestra fuerza. Es cierto, hay ciertos matices entre lo que planteamos y la opinión de otros dirigentes, pero esto lo que explica es una sana crítica en relación a cierto rumbo del espacio en la caracterización del gobierno nacional y en las consecuencias de esa caracterización en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires. Un segundo mandato de Macri será una calamidad para los sectores más desprotegidos y vulnerables de la sociedad.

–¿Y en el kirchnerismo hubo repercusiones?

–Hubo una muy buena recepción. Recibí llamados y mensajes de referentes y militantes del kirchnerismo y de los sectores que lo acompañan.

–Usted señala que la victoria de Macri en la primera vuelta se debe a que la oposición no pudo dejar de lado las diferencias en el plano nacional. ¿A qué se refiere puntualmente?

–A que necesitamos una política para gobernar los próximos cuatro años que respete los desacuerdos que podemos tener en torno del gobierno nacional. Justamente, no estoy anunciando mi pasaje al kirchnerismo, pero esto no invalida la posibilidad de pensar en un acuerdo entre fuerzas que pueda gobernar el futuro de esta ciudad.

–¿Cuál debería ser esa política que usted dice que es necesaria?

–Hay que conformar una izquierda igual o más compacta que la derecha que debemos derrotar, que está afianzada sobre una base electoral del 30 por ciento: el 30 por ciento de Cavallo en el 2000, y de Macri a partir del 2003. Para eso, también el kirchnerismo tiene que revisar su estrategia para con los sectores que le son críticos.