Silvana Giudici volvió a correr el mojón de la frontera de las alianzas del radicalismo. La frustrada candidata a jefa de Gobierno afirmó que la UCR porteña está “discutiendo el acompañamiento formal en la segunda vuelta” a Mauricio Macri. “Obviamente, nuestra decisión es no apoyar a Daniel Filmus y Carlos Tomada”, sentenció la diputada nacional tras un almuerzo con empresarios y directivos de la Sociedad Rural durante su visita a la exposición en Palermo. De esta manera, Giudici coincidió con el candidato presidencial de su partido, Ricardo Alfonsín, quien dijo que “votaría a Macri”, a pesar de que había señalado dentro de la UCR como el “límite” que no atravesaría para sellar un acuerdo político-electoral. Aunque con el resultado puesto del 10 de julio, Alfonsín salió a desmentirlo: “Nunca dije que mi límite era Macri”, aseguró.

De todas maneras, la discusión entre los radicales porteños no está cerrada. Las posturas se dividen entre quienes consideran necesario “un pronunciamiento público” de apoyo a Macri en el ballottage y los que insisten en dar “libertad de acción” a sus partidarios.

Giudici milita junto al jefe del bloque de diputados nacionales y ex camarista federal Ricardo Gil Lavedra a favor del respaldo radical al jefe de Gobierno porteño. Ambos se apoyan en las declaraciones de Alfonsín, que tras las diferencia que cosechó el PRO en la primera vuelta no dudó en afirmar que “si votara en la Ciudad, votaría a Macri”.

Después, el candidato presidencial de la UCR tuvo que aclarar que “yo nunca dije que Macri era mi límite”, a pesar de que los dirigentes encolumnados con Alfonsín tuvieron como premisa que el PRO era la frontera que no había que atravesar para cerrar acuerdos electorales con otras fuerzas políticas. Aunque el acuerdo posterior con el empresario Francisco de Narváez en territorio bonaerense diluyó esos límites.

La postura de Alfonsín apresuró la discusión interna. Carlos Más Vélez, en cambio, es uno de los dirigentes que encabeza la posición de no involucrarse en una disputa ajena en la que no tienen poder para incidir. Este sector no quiere volver a “enfrascarse” en esa discusión –como había sucedido a la hora de concretar alianzas en la Ciudad– con las primarias y las elecciones presidenciales por delante.

“Lo que está claro es que nadie plantea acompañar a (Daniel) Filmus”, dijo Giudici a Página/12, reconociendo que el debate interno sobre el apoyo a Macri no está saldado. “Tenemos que hacer un esfuerzo muy grande de todos los partidos de la oposición en la Ciudad para ponerle límites al kirchnerismo, como lo hicimos en el Congreso nacional”, insistió Giudici –una de las coordinadoras del disuelto Grupo A en el Parlamento–, apuntándole al gobierno nacional y obviando las críticas que realizó a la gestión macrista en la Ciudad durante su campaña electoral.

“Tiene que haber una actitud de amplitud por parte del jefe de Gobierno de convocar al diálogo político a todas las fuerzas y establecer un nivel mínimo de acuerdos que permita no sólo ganar una elección, sino hacer que la Ciudad continúe con su transformación”, manifestó la diputada tras su paso por la Sociedad Rural. Aunque dentro del radicalismo porteño descreen que el PRO se entusiasme con el magro 2 por ciento que cosechó la Lista 3 de la UCR en la primera vuelta, como para que él los sume al triunfo que imaginan para el ballottage.

Por las dudas, Giudici aclaró que sus votos no son cautivos. “Uno no puede pretender que la gente vote como uno diga. El voto es independiente, cada uno vota por convicción”, dijo la diputada ante este diario, aunque igual consideró “importante el pronunciamiento público” de su partido.