EL PAíS › DE LA RUA SALIO DEL OSTRACISMO Y FUE AL ENTIERRO DE MESTRE
Reaparición en escena tras el mutis
Los dos ex presidentes radicales fueron a despedir al ex ministro del Interior. Alfonsín habló, pero no se acercó a De la Rúa.
Su única aparición pública fue en República Dominicana, vestido de blanco y con sombrero, descansando junto a su familia bajo el sol del Caribe. Desde que renunció no dio reportajes, no fue a la televisión y prácticamente no salió de su encierro en Villa Rosa. Hasta que ayer, Fernando de la Rúa reapareció en Córdoba, en la ceremonia previa al entierro de su ex ministro del Interior, Ramón Mestre, que el día anterior había muerto como consecuencia de una hepatitis C.
El ex presidente llegó poco antes de las diez de la mañana, con anteojos de sol y acompañado por su hermano, el ex ministro Jorge de la Rúa, a la Casa Radical de Córdoba, donde se habían congregado las principales figuras del radicalismo. “Estoy aquí para despedir a un hombre público, a un gran amigo, en un día de dolor”, fueron las únicas palabras del ex presidente, quien se negó a dialogar con la prensa.
Fue la primera aparición pública de De la Rúa en la Argentina desde que, hace ya más de un año, se retiró en helicóptero de la Casa Rosada. Hasta ahora, el ex presidente esquivó a la prensa y, pese a los rumores, nunca publicó el esperado libro con su versión de los acontecimientos que culminaron en su renuncia. Las únicas pistas son las que dio cuando tuvo que declarar en la causa por el supuesto “complot” organizado para voltearlo. En cuanto a la otra causa, la que investiga las muertes en la Plaza de Mayo durante las sangrientas jornadas del 19 y 20 de diciembre, De la Rúa nunca fue citado a declarar por su responsabilidad en aquellos crímenes. Lo mismo ocurrió con Mestre, aunque la Policía Federal dependía directamente de su área.
Además de De la Rúa, se acercaron a la Casa Radical el ex presidente Raúl Alfonsín, el ex gobernador Eduardo Angeloz, el senador radical Luis Molinari Romero, el titular de la UCR, Pablo Verani, y en representación del Gobierno, el ministro del Interior, Jorge Matzkin.
El discurso más emotivo, el que cerró la ceremonia, fue el de Alfonsín. “Como amigo y como político es una gran pérdida. Es una de esas personalidades que se dan muy poco en la vida política de un partido. Más allá del dolor que todos sentimos, era un líder de Córdoba, y también un líder del país, porque todos lo consultábamos en los aspectos más fundamentales que hay que resolver”, sostuvo el ex presidente.
“Yo no me imaginé nunca que estaba padeciendo esta tremenda enfermedad; me parecía inconcebible que se pudiera producir la muerte de este amigo, algo injusto. Fue tremenda la pérdida que significó para la Unión Cívica Radical. Es una hora difícil, y fundamentalmente hay que pensar mucho en lo que hubiera hecho en estos momentos Ramón Mestre”, concluyó Alfonsín.
A través de una columna publicada en La Voz del Interior, el presidente Eduardo Duhalde calificó a Mestre como “un dirigente de la mejor estirpe” y aseguró que “el radicalismo de Córdoba y del país pierde a un dirigente de primera línea que se formó en la mejor tradición republicana. Fue fiel heredero de (Hipólito) Yrigoyen y (Amadeo) Sabattini: hombres de bien y de principios, de lucha y entrega a las causas populares”.
Una vez que concluyó la ceremonia en la Casa Radical, los dirigentes se dirigieron al cementerio Parque del Recuerdo, en las afueras de la capital provincial, donde un rato después se produciría el encuentro. Consultado por los periodistas, Angeloz aseguró que la muerte de Mestre fue un “golpe duro y difícil” para el radicalismo provincial, ya que el ex gobernador era el candidato cantado para disputar con el PJ las elecciones provinciales del 8 de junio. De todos modos, Angeloz aseguró que su partido tiene en Córdoba “muchos hombres” con posibilidades de pelear la gobernación y aclaró, por las dudas, que él no será “candidato a nada”.