Mauricio Macri no tiene previsto reunirse con los candidatos a presidente de la oposición. Aún más improbable es que termine apoyando a alguno. Así lo aseguran en su entorno, donde remarcan que el tema “ni se está conversando”. Según dicen sus estrategas, el jefe de Gobierno se dedicará en los próximos meses “a trabajar en la ciudad” y a apuntalar las candidaturas locales del macrismo, como la de Federico Pinedo en la ciudad de Buenos Aires. En la mesa chica PRO, leen que Macri fue el otro ganador del 14 de agosto: el resultado de octubre le barrerá a varios competidores internos para 2015. Y apuestan a que él será el único que quede en pie.

Antes de tomarse unas vacaciones en Europa que lo alejaron convenientemente del 14 de agosto, Macri sostuvo que iba a tener reuniones con todos los candidatos a presidente para ver quién tenía la mejor propuesta para la ciudad y, en función de eso, iba a definir su apoyo. En privado, los macristas imaginaban que el escenario posterior a las primarias les indicaría cuál era el mejor posicionado para lograr un ballottage con Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, Ricardo Alfonsín y Eduardo Duhalde terminaron en un virtual empate a 38 puntos de CFK.

Además de que ese resultado no dejó a Macri con muchas ganas de posar para la foto, hay otra razón para que no respalde a ningún opositor: sus estrategas advirtieron que, al bajarse a la ciudad, Macri evitó quedar en el batallón de perdedores y se llevó un triunfo con el 64 por ciento de los votos porteños. “Macri queda como la única alternativa. Esta elección va a ser muy dura con los candidatos opositores. Se terminan las carreras de Duhalde y Alfonsín”, sentenciaba uno de los principales armadores de Macri, quien también analizaba que “CFK se convierte en la gran electora para el 2013 y 2015. No va a haber una crisis en el Frente para la Victoria, ni una renovación. Esto le da más chances a Macri”.

Mientras le rezan a la estampita de Jaime Durán Barba, quien convenció a Macri de optar por la reelección, comentan que la estrategia ahora será “disecar el resultado electoral: apoyar a los candidatos del PRO locales o a los que tengan afinidad y puedan ganar en algún distrito. En esto, claramente, no entran los candidatos a presidente. Ni se habla del tema”.

Los dos peronistas que se de-sempeñan en el armado nacional del PRO, Humberto Schiavoni y Emilio Monzó, ya trabajan en el itinerario que hará el jefe de Gobierno para apoyar a sus candidatos en Entre Ríos y en la provincia de Buenos Aires (en particular, al primo Jorge Macri, que tiene chances de ganar en Vicente López). El dirigente del PRO Miguel Del Sel también será de la partida, tanto en las recorridas bonaerenses como en las entrerrianas y en las que hagan con Pinedo en la Ciudad de Buenos Aires. El jefe del bloque de diputados del PRO intentará ampliar el resultado de las primarias, cuando quedó segundo en la ciudad con un 16 por ciento pese a que no llevaba candidato a presidente. Pinedo seguirá con la misma estética de campaña PRO e insistirá en los ejes del corte de boleta, la autonomía de la ciudad y el control parlamentario al kirchnerismo. De todas formas, la campaña audiovisual y en las calles la harán con mayor intensidad unos veinte días antes de la elección.