EL PAíS › JORGE CAPITANICH, FAVORITO PARA LAS ELECCIONES A GOBERNADOR QUE SE REALIZAN HOY EN CHACO

“Es una irresponsabilidad pensar en 2015”

El actual mandatario busca su reelección. En diálogo con Página/12 repasó datos de su gestión y afirma que los chaqueños tienen “sobradas razones para votarnos”. También ratificó su decisión de “acompañar a la Presidenta” en su segundo mandato.

“¿Quedan radicales?”, bromea el gobernador Jorge Milton Capitanich sobre el desenlace de la elección de hoy en la que busca su reelección y enfrenta al ex gobernador de la UCR Roy Nikisch. Conocido como Coqui en la provincia, el mandatario salió a correr para mitigar la ansiedad y luego revisó algunas alternativas de la elección. Antes de que lo alcanzara la veda, Capitanich recalcó en diálogo con Página/12 su alineamiento con Cristina Fernández de Kirchner. “Voy a acompañar a la Presidenta. Es de una extrema irresponsabilidad pensar en 2015”, dice sobre los futuros presidenciables.

–¿Qué repercusión nacional piensa que va a tener el resultado en Chaco?

–El impacto que puede tener después del 14 de agosto es menor. Con más razón si se impone el oficialismo. Pasó con Alperovich y va a pasar en el Chaco. La característica particular es que soy el vicepresidente del partido. A su vez, en los tres temas medulares de la política argentina de los últimos cuatro años bajo el liderazgo de Cristina tuve un acompañamiento claro y definido: con la Resolución 125, con usar reservas del Banco Central para cancelar deuda pública y para promover la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

–Si gana, ¿se ve como un presidenciable para 2015?

–No, mis dos grandes objetivos de acá a 2015 son, primero, gobernar muy bien. El liderazgo político en la Argentina moderna es la gestión. Cuando uno gestiona bien resuelve problemas y, si resuelve problemas, tiene un apoyo mayoritario. En segundo lugar, tengo claro que la política exige diferentes estrategias a lo largo de la carrera: la primera es cómo construir una coalición para acceder a poder, una vez que se tiene la posibilidad de gobernar, tener un equipo confiable para gobernar. Una tercera es generar las condiciones para la propia sucesión. Lidero una compleja coalición de partidos políticos, con ideologías diferentes. Pero que, en definitiva, tienen un objetivo en común que es cooperar por la transformación de la provincia.

–Usted debe ser el único kirchnerista con dirigentes del PRO en su gobierno...

(Se ríe) –Sí, soy el único. Conmigo se ha reído mucho Cristina, que dice que es un ejemplo de cómo se puede construir política con la habilidad de juntar sectores heterogéneos. El escenario electoral es una contradicción entre continuidad y cambio. Lo que la gente consolida es la continuidad de este cambio. En 2007 pude percibir el agotamiento del modelo político llevado por Rozas y construí una coalición heterogénea para ganar.

–¿Piensa que puede mejorar la relación entre CFK y Macri?

–Lo que me parece es que Cristina siempre ejerció el liderazgo político, defendiendo sus convicciones, pero también admitiendo el diálogo y el consenso. La oposición ha sido muy virulenta. En democracia sólo dos veces no se votó el Presupuesto. Con la crisis de De la Rúa y el año pasado, por una posición radicalizada de la oposición. Tuvimos que enfrentar la no autorización del uso de reservas, todo el arco opositor en 2008 acompañó una protesta absolutamente irracional que perjudicó al pueblo argentino. La oposición se encuentra atomizada, sin un liderazgo nítido.

–Pero, insisto, ¿puede haber un acercamiento de parte de Macri?

–Se puede hacer oposición sin confrontar enormemente con la Presidenta.

Después del 23 de octubre va a haber un nuevo aggiornamiento político: el centroizquierda lo va a liderar claramente Cristina; hay otro espacio alternativo que expresa el socialismo. Por otro lado, hay una expresión de centroderecha que puede ser liderada con Macri. El radicalismo está cada vez teniendo menos capacidad para el ejercicio de poder territorial, por lo que puede haber atomización y fuga de votos del radicalismo. Desde el Big Bang de De la Rúa hubo dirigentes como Lilita Carrió y López Murphy que hoy no logran capturar ya la atención.

–Después de cuatro años, ¿los índices sociales de Chaco no siguen resultando preocupantes?

–Todo mentira. Los indicadores sociales los hemos mejorado todos. Entre 1950 y 2007, la economía de Chaco creció un 50,8 por ciento (sumando PBI por año). En mi gestión creció un 47 por ciento. En cuatro años casi crecimos como los 57 años antes. Te doy más datos, de memoria: mortalidad infantil, del 21,2 por ciento en 2007 a 9,8 en 2011; somos la provincia que más bajó el analfabetismo (de 8,8 a 4 puntos); la pobreza fue del 41 por ciento al 24 por ciento, la indigencia bajó al 7 por ciento, el desempleo, del 11,1 al 2,2 en 2011. Tuvimos superávit fiscal primario (250 millones en cuatro años), superávit financiero (120 millones de dólares) y mil millones de reducción de deuda pública. Somos la provincia que más invierte en educación, triplicamos el salario docente. Hemos mejorado muchísimo. No quiere decir que hayamos resuelto todos los problemas, pero hoy el pueblo chaqueño tiene sobradas razones para votarnos.

–En Jujuy empezó el reparto de tierras, ¿en Chaco están pensando en una medida similar?

–Estamos avanzando en regularización dominial, tanto para la población urbana como rural. Y estamos acrecentando más la inversión en vivienda. Es un problema que hay que seguir trabajando.

–¿Las denuncias de Schoklender pueden llegar a alcanzarlo, por las obras de Sueños Compartidos en Chaco?

–Todas las obras que se hicieron acá están en regla. Aportamos toda la documentación a los jueces competentes. En la provincia el trabajo de las Madres fue muy positivo: se empezaron a construir ocho hospitales, 1218 viviendas. El trabajo ha sido correcto.

–Nikisch lo acusa de que “hubo aprietes y amenazas” en toda la provincia. (Se enoja)

–Pavadas de político conservador de cuarta, que saca votos y no labura. Yo trabajo veinte horas por día y me rompo el orto. Eso lo dice porque tiene que decir algo.

–¿La presencia de Pino Solanas cambió en algo la campaña?

–Sí, la presencia era de 1,35 por ciento y terminó en 1,12. (Ríe) No, es un chiste, yo lo respeto mucho.

–¿El corazón rojo que usa en sus afiches de campaña se lo sugirió Filmus?

–Nooooo, Filmus me lo afanó a mí. Es copyright del año 2007.

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Imagen: Télam
 
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