La interna del radicalismo santafesino metió la cola en los planes del intendente Mario Barletta, que se encamina a suceder a Ernesto Sanz al frente del Comité Nacional. El vicegobernador electo de esa provincia, Jorge Henn, salió a cuestionar duramente el proceso utilizado para elegir a cuatro delegados que renunciaron, precisamente, para permitir que Barle-tta cumpla con los requisitos formales para acceder al cargo de Sanz. “Nosotros no creemos en los mesías. Y si decimos que hay que institucionalizar el Frente Progresista en Santa Fe, no podemos violentar nuestros procesos internos en la provincia. Este cronograma electoral es de cumplimiento imposible. Tiene un sesgo antidemocrático”, le dijo Henn a Página/12, luego de que junto a un grupo de intendentes, legisladores y dirigentes locales emitiera un fuerte comunicado la semana pasada.

Hace aproximadamente un mes, cuando asomó la figura de Barletta impulsado por Sanz y acompañado por el sector de la Liga de Intendentes que encabeza Ramón Mestre, el alfonsinismo salió a marcarle la cancha. Le hizo saber públicamente, a través del chaqueño Angel Rozas, que no cumplía el requisito que establece la Carta Orgánica para alcanzar el máximo cargo de la UCR. Lo cierto es que el presidente del partido se elige entre los miembros del plenario de delegados al Comité Nacional, integrado por 102 delegados, cuatro por cada provincia y seis por la Juventud Radical, la Franja Morada y la Organización de Trabajadores Radicales. En Santa Fe, los mandatos de los delegados culminan en marzo, por lo que Barletta no llegaba a la renovación de autoridades nacionales del 16 de diciembre.

Fue en ese contexto que se pergeñó la renuncia de cuatro delegados, dos titulares y dos suplentes, que serán reemplazados en elecciones extraordinarias a realizarse cuatro días antes de la elección del nuevo presidente de la UCR. Jorge Henn y la diputada Analía Schpeir fueron los dos delegados que no renunciaron. “No tenemos problemas personales con Barletta, el tema es que una convocatoria a elecciones internas el 9 de diciembre es un desatino político. En el marco de una elección donde el partido sacó el 8 por ciento en Santa Fe, donde no pudimos meter un solo diputado nacional, convocar a elecciones internas es un error”, insistió el vice electo.

Henn y Barletta pertenecen a líneas enfrentadas en Santa Fe. Mientras Barletta decidió postularse como precandidato a gobernador, Henn acompañó al socialista Antonio Bonfatti en las primarias locales y ganó la elección. Si bien desde este sector del radicalismo dijeron que no están evaluando hacer una presentación judicial, no descartaron que pueda realizarse algún tipo de intervención por parte de otros afiliados. “No respeta los mínimos estándares de democracia interna”, agregó el vicegobernador electo en referencia a los ajustados plazos del proceso. En cambio, Henn llamó a crear una comisión de acción política para redefinir el perfil político-ideológico del partido, que “ha pendulado entre la socialdemocracia y el macrismo”.

A nivel nacional, Barletta es el hombre que más consenso acumula. Apoyado inicialmente por Sanz y los intendentes, mantuvo luego dos reuniones con Ricardo Alfonsín, quien le prestó conformidad aunque le exigió que haga una muestra de apoyo a su espacio, el Movimiento de Renovación Nacional. También la Juventud Radical le manifestó su apoyo por su paso como rector de la Universidad del Litoral. Por el momento, la piedra en el zapato del intendente de Santa Fe parece ser la política local.