[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Gastón Harispe integró la mesa regional de La Plata en la CGT Azopardo en la década menemista, pero luego se encolumnó en la CTA tras la crisis de 2001, cuando trabajó junto a los movimientos sociales. Después de su paso por varios de ellos fundó Octubres para “construir una herramienta política que acompañe al kirchnerismo”. Ahora, como diputado de Nuevo Encuentro afirma que “nos sentimos contenidos en el proyecto nacional”, aunque sostiene que el gobierno de Daniel Scioli “es su expresión más conservadora”. Ocupó el puesto 23 en la lista de candidatos a diputados en la lista del Frente para la Victoria bonaerense y quedó en la puerta de entrada al Congreso. Finalmente, logró ingresar por la renuncia de Cristina Alvarez Rodríguez a su banca para continuar en el gabinete de Scioli, a quien Harispe enfrentó con el sabbatellismo. “Nuevo Encuentro es una expresión kirchnerista y la propuesta política más adecuada para la batalla que hay que dar en la provincia: avanzar en una renovación política profunda y (Martín) Sabbatella fue el candidato a gobernador que expresó una alternativa al gobierno de Scioli”, reiteró Harispe.

–¿Cuáles son las principales diferencias con Scioli?

–El gobierno de Scioli es la expresión más conservadora de un proyecto nacional donde estamos todos, no sobra ninguno, porque hay que reunir al 90 por ciento de los argentinos y dejar afuera a la oligarquía y a los genocidas para construir el proyecto de país que soñamos. Las diferencias están en las políticas públicas. Se expresa claramente en seguridad, donde el gobierno provincial estila una demagogia punitiva que busca estigmatizar a los pobres, a los pibes de los barrios y si sos portador de cara y juventud llevás un prontuario de origen. Además de no considerar a la policía bonaerense como parte del conflicto. Hay que destinar más recursos económicos para contener la crisis social que todavía no ha terminado de resolverse. En cambio, las políticas productivas y la asistencia al campo de la provincia fueron orientadas a los sectores más concentrados.

–También son críticos a la estructura del PJ bonaerense. ¿Qué pasó con la transversabilidad que inició Néstor Kirchner?

–No hay una fórmula única. De 2003 hasta ahora, Néstor y Cristina deambularon entre iniciativas de recuperación de los aparatos tradicionales, porque hay que gobernar, y de construcción de alternativas y espacios nuevos, porque hay que ampliar el frente nacional. Perdimos en 2009 porque quedamos engrampados en la herramienta política única que era el PJ bonaerense. Lo que expresó la última elección es que distintas expresiones políticas que sostienen un mismo proyecto se sumaron al proyecto de Cristina que es el de las mayoría populares. No sé si es una propuesta transversal o del PJ, hay un mix entre ambas, que además se necesitan mutuamente.

–¿Cómo ven las diferencias entre la conducción de la CGT y el Gobierno?

–No estoy en contra de la lucha de los trabajadores por derechos propios. Pero la tarea del proyecto nacional de recuperar hegemonía en la sociedad a partir de poner en el mismo camino a los trabajadores y desplazados del modelo económico neoliberal es un esfuerzo que debemos hacer entre todos. Quien disputa con el propio proyecto se puede estar pasando al proyecto del adversario o del enemigo. Creo que con Hugo Moyano eso no pasa, pero deberíamos discutir el verdadero lugar que tiene que ocupar cada uno dentro del país que estamos construyendo: la que conduce es Cristina y el movimiento obrero debe ser columna vertebral del proceso político.

–¿Está a favor de una reforma constitucional?

–La constitución es un programa de país y debería discutirse cada vez que se pone en marcha un gobierno, no debería haber crisis cuando un sector de la sociedad y el gobierno quieren discutir una reforma. La del ’94 fue fruto del Pacto de Olivos, un acuerdo de dos fuerzas políticas a favor de los grupos económicos que imponían la hegemonía neoliberal. La sociedad ha cambiado, ha salido por decisión propia de la experiencia neoliberal y marcha junto al resto de América Latina en contra de las decisiones que arrastran a Europa a la crisis. Necesitamos una constitución que exprese eso nuevo de la Argentina: los derechos de los niños, el matrimonio igualitario, la Asignación Universal por Hijo, los recursos naturales.

–¿Y con la incorporación de la reelección presidencial o la implementación de un sistema parlamentarista?

–No sé si el Gobierno debate esto o no. No es nuestro debate, preferimos discutir la matriz energética.