Sábado, 4 de febrero de 2012 | Hoy
EL PAíS › MOYANO SóLO REUNIó A SUS MáS ALLEGADOS
En plena disputa con el Gobierno, el camionero convocó a un asado en la CGT, pero sólo fue su grupo más cercano. En el encuentro reiteró sus planteos aunque, aseguraron, “con un discurso más prolijo”.
Por Miguel Jorquera
Hugo Moyano puso todo en la parrilla cuando lanzó la convocatoria, pero en el asado de la CGT sobró carne. Los comensales no fueron más que los dirigentes que habitualmente comparten las decisiones del camionero al frente de la central sindical. Aunque el propio Moyano ironizó ante los periodistas sobre su pérdida de poder de convocatoria entre los popes gremiales: “Me di cuenta en Huracán, que no pude llenar la cancha”, azuzó para aludir al acto del gremio de los camioneros donde lanzó sus críticas al Gobierno y renunció a sus cargos en el PJ. En la larga sobremesa, Moyano –“con un discurso más prolijo”, según comentó uno de los participantes– volvió a reiterar las demandas que unifican al universo sindical, y que volcó en dos cartas que envió hace tres días a la Presidenta con un “reiterado” pedido de audiencia. En la primera, la CGT pide la eliminación de los topes para las asignaciones familiares y la elevación del piso para el pago del Impuesto a las Ganancias, además de insistir con el proyecto de reparto de ganancias empresarias entre los trabajadores. En la segunda, expone la difícil situación de las obras sociales, reclama los 12 mil millones que les debe el Estado, además de criticar duramente la gestión de la ex ministra de Salud, Graciela Ocaña, y al “terrorismo informativo” que puso bajo sospecha el manejo sindical de su propio sistema de salud (ver aparte).
El camionero llegó a la sede cegetista pasado el mediodía, cuando el aroma a carne asada que bajaba desde el quincho de la terraza envolvía a todos los que montaban la guardia periodística sobre la calle Azopardo, a los que Moyano no quiso desairar. “Vamos a comentar cómo pasó cada uno sus vacaciones”, respondió con picardía cuando lo consultaron sobre el motivo de la convocatoria. De buen humor, Moyano admitió que tiene “opositores” en la conducción de la central sindical y de inmediato preguntó “¿quién no los tiene?”. En cambio, negó que el Gobierno lo ataque respondiendo con otra pregunta: “¿Cuándo el Gobierno me atacó a mí?”, interrogó a los periodistas y dijo que formalizará su renuncia al PJ bonaerense “cuando hable con el gobernador” Daniel Scioli, con quien tiene pendiente un encuentro.
El secretario gremial de la CGT, Omar Viviani, fue uno de los pocos que se detuvieron a hablar con los periodistas a su arribo a la central de Azopardo. Sostuvo que su relación con Moyano es “excelente”, aunque admitió “disidencias”. “Yo fui uno de los que plantearon que, en algunas oportunidades, con algunas cuestiones puntuales, hay compañeros que no compartían la posición de Moyano y esto se puede decir libremente”, dijo el líder de los taxistas.
Además de Moyano, Viviani y el judicial Julio Piumato –que llegó junto al camionero–, compartieron el asado los dirigentes Jorge Pérez Tamayo (Pilotos de Avión), Gustavo Granero (Fatpren), Oscar Mangone (Gas) y Omar Plaini (Canillitas). “Estuvieron los que esperábamos”, aseguraron a Página/12 desde el entorno del camionero para no quedar desairados frente a las ausencias. También sorprendió a algunos la presencia del municipal Amadeo Genta y las terceras líneas de algunos gremios, como fue el caso de la Uocra. “Vinieron a escuchar para después transmitir a sus organizaciones”, sostuvieron.
En el quincho de la terraza de la CGT, Moyano cumplió el rol de buen anfitrión. Durante el almuerzo se encargó de recorrer las mesas para intercambiar opiniones con todos los comensales. En la larga sobremesa, Moyano se encargó de “ratificar” los reclamos sindicales que le hizo llegar a Cristina Kirchner a través de dos misivas, donde reitera el pedido de audiencia a la Presidenta. “Los reclamos son los mismos. Fue un discurso más prolijo, no tan desordenado como el programa de televisión (en referencia a la entrevista concedida el jueves por la noche). Las suspicacias del enfrentamiento político con el Gobierno surgen de la falta de respuesta”, insistieron desde el entorno de Moyano para bajarle el tono a la disputa con la Casa Rosada.
Por eso, también decidieron hacer públicas las extensas cartas firmadas por Moyano. En la primera, el camionero expresó su “satisfacción” y del Consejo Directivo cegetista por “la recuperación de su salud” tras la intervención quirúrgica de la Presidenta y por la “reasunción” de su gestión como prólogo a una batería de reclamos. Entre ellos, la eliminación de los topes para las asignaciones familiares, donde tampoco ahorró críticas a las “políticas neoliberales en el gobierno de De la Rúa, con Cavallo y Patricia Bullrich como Ministros” que instrumentaron los recortes “en el marco de la flexibilización laboral”.
La suba del piso para la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias también está al tope de los reclamos “porque –explica Moyano– mientras al asalariado se le practican los descuentos de su sueldo, los empresarios declaran ganancias presuntas o falsean los balances”. Allí se agregan la situación de los trabajadores “no registrados, subcontratados y tercerizados” que cobran “por debajo” del salario mínimo, vital y móvil. La carta recuerda el tiempo transcurrido del último encuentro con la Presidenta –en septiembre pasado– y su compromiso para discutir “estos temas pendientes”.
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