En una de sus primeras medidas institucionales como presidente de la UCR, el ex intendente de Santa Fe Mario Barletta le envió ayer un pedido de reunión a Cristina Fernández de Kirchner. El nuevo titular del radicalismo estuvo el martes en la Casa Rosada para escuchar en primera fila el anuncio sobre el conflicto de las islas Malvinas, al que fue convocado por el gobierno nacional. El jefe radical quiere reclamarle personalmente a la Presidenta que les dé obras a los intendentes de su partido y pedirle que dialogue con la oposición.

La decisión de Barletta de pedir una reunión con la Presidenta fue anunciada apenas asumió la conducción del partido, a mediados de diciembre pasado. Sin embargo, la operación de tiroides y consecuente licencia por motivos de salud postergaron el envío. Con la jefa de Estado nuevamente en funciones y un día después de participar del acto en la Casa Rosada, Barletta consideró oportuno presentar el pedido formal para “sugerirle un diálogo con la oposición como práctica habitual y plantear que las gestiones radicales sean atendidas como corresponde, que también reciban obra pública”. Por su pasado como jefe comunal, Barletta se muestra cercano a la denominada Liga de intendentes radicales y tomó como propio el planteo por la distribución de los fondos y las obras públicas.

Por otra parte, el próximo martes se reunirá por primera vez la nueva mesa ejecutiva del Comité Nacional para “discutir un plan de trabajo para el año, en referencia a los aspectos políticos y de la organización partidaria”. En el encuentro, también está previsto tratar algunos aspectos ligados a la “modernización del partido, cuáles son las propuestas de trabajo” y tratar temas de la agenda nacional, como la cuestión Malvinas y el tema energético, entre otros puntos.

Allí tendrán que pulir también las desprolijidades que surgieron con la convocatoria oficial a la Casa Rosada, que fue rechazada públicamente por el titular de la bancada en el Senado, Luis Naidenoff, y posteriormente aceptada por su par de Diputados, Ricardo Gil Lavedra, y el propio Barletta. “No es que (Naidenoff) decidió no ir” al acto, sino que “al principio planteó que de la manera en que se había realizado la convocatoria no era conveniente” concurrir, pero “luego se fue subsanando y tomamos una decisión”, explicó Barletta.