“No hay ningún retraso ni ningún recorte en los fondos de coparticipación”, aseguró ayer el gobernador bonaerense Daniel Scioli replicando las versiones sobre supuestas quejas de un grupo de intendentes sobre un recorte de partidas prometidas en diciembre. “La Nación no puede tocar un peso de esos fondos”, destacó el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, sobre la polémica que los intendentes estarían impulsando para lograr un incremento financiero en sus arcas.

“La provincia no solamente no tiene recortes en los fondos de coparticipación sino que éstos fueron creciendo en forma permanente, inclusive 900 millones que están incluidos dentro de la masa de los recursos coparticipables que nos destina el gobierno nacional y que nosotros luego los volcamos en los municipios en infraestructura escolar y otras”, señaló Scioli explicando el movimiento de la masa de dinero que se envía de las arcas nacionales a las bonaerenses.

Algunos intendentes bonaerenses habían manifestado su preocupación por la situación fiscal y el incremento de costos. El intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre, afirmó que “el monto que la provincia envía a los municipios es mayor al del 2011, pero es menos comparado con lo que se había pronosticado en diciembre”. Luego de una reunión que mantuvo junto a otros intendentes con la ministra de Economía, Silvia Batakis, De la Torre sostuvo que “los gastos locales se han incrementado porque en este proceso en el que el Estado está más presente, se hace cargo de más cosas. Lo que planteamos es la necesidad de equilibrar gastos mayores con ingresos mayores”.

Salió al cruce también Lorenzino, sorprendido por la información que circulaba en cuanto a la demora en el giro de la coparticipación. “La Nación no puede de ninguna manera tocar un solo peso de las provincias porque los fondos coparticipados se depositan automáticamente en una cuenta para que los gobernadores luego los administren y se relacionen con los municipios”, señaló el titular de la cartera económica.

El sciolismo salió a desechar por completo la versión de la demora en el envío de la masa coparticipable que le corresponde a la provincia de Buenos Aires. El jefe de Gabinete, Alberto Pérez, ratificó que “la Nación cumple religiosamente con los fondos que debe enviar a la provincia en concepto de Coparticipación Federal” y no dejó de presentar sus sospechas cuando dijo que “muchas veces se juega con los números sin conocer y otras con mala intención”. A su vez, Pérez acompañó la desmentida con el anuncio de que durante 2012 “la coparticipación a los municipios va a aumentar el 17 por ciento” y recordó que “desde que asumimos hemos creados cuatro nuevos fondos que permitieron que la masa coparticipable de los municipios haya aumentado 30 por ciento”.

El intendente de Benito Juárez, Julio Marini, del Frente para la Victoria, quien declaró la emergencia económica en el distrito, reconoció que estaba “muy complicado” financieramente pero “por una mala administración de la gestión anterior; no culpamos ni al gobierno nacional ni al provincial porque estamos recibiendo mucha ayuda dada esta situación”, advirtió dando por tierra a la versión que lo ponía como ejemplo de la situación de la demora en los recursos. “En diciembre yo asumí como intendente y no pude pagar los sueldos, pude pagarlos en enero por una ayuda financiera que me hace el gobierno de la provincia a través de un pedido que le hicimos al señor gobernador. Aquí existió una mala administración, nos dejaron con cuatro millones de pesos de deuda a proveedores”, agregó Marini.