EL PAíS
Néstor Kirchner presentó el libro con sus 152 principales propuestas
“No somos el modelo del default”, aseguró el santacruceño y presentó su plan. Dijo que es producto de dos años de labor de miles de profesionales y técnicos. Propugna “un capitalismo nacional”.
A simple ojo podría decirse que Néstor Kirchner apabulló a sus rivales en cuanto a propuestas. A las cien medidas de Adolfo Rodríguez Saá y al cuadernillo que presentó esta semana Carlos Menem, Kirchner le opuso ayer un plan de gobierno de 152 páginas, dividido por temas y contenidos fruto, según contó, del trabajo realizado durante dos años por más de 8 mil profesionales y técnicos. “No somos el modelo del default ni el modelo de pagar la deuda a costa de la exclusión y hambre de los argentinos, generando más pobreza y conflictividad social”, sostuvo Kirchner en la presentación, ayer, en el Teatro Coliseo con varios ministros del Gobierno presentes. El candidato se comprometió a construir “un capitalismo nacional” y garantizó “gobernabilidad, estabilización y combate contra la evasión”.
El libro tiene la bandera argentina en la tapa y un título apenas descriptivo: Plan de gobierno. El candidato le puso la firma en la primera página: “Néstor Kirchner. Argentino”, dice la aclaración. El escenario del Coliseo estaba también embanderado de celeste y blanco, los candidatos de traje gris que venían de almorzar con Mirtha Legrand. Tanto ímpetu nacionalista se notó también en el discurso. Kirchner convocó a superar el pasado en base a la “subordinación del poder económico al poder político nacional, en acatamiento de la capacidad regulatoria del Estado”.
Lo más llamativo fue la masiva presencia de ministros, cada vez más comprometidos con el destino del candidato oficial. Estuvieron el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, el ministro de Economía, Roberto Lavagna –ya aparece también en un spot de campaña–, el de Salud, Ginés González García, el de Producción, Aníbal Fernández, y la de Educación, Graciela Giannettasio. Salvo en el caso de Giannettasio, candidata a vicegobernadora bonaerense, al resto le auguran un futuro ministerial en el hipotético gobierno de Kirchner. Además, anduvo por allí el embajador en Washington, Eduardo Amadeo. Se supone que también sigue.
La presentación de la plataforma electoral es un issue obligatorio en la campaña de cualquier candidato con posibilidades. Se sabe que luego ese plan de gobierno no suele convertirse en el evangelio por el que rigen sus actos presidenciales, pero sirve al menos para calibrar los objetivos con los que llega a la Casa Rosada. En el caso de Kirchner, además, este tipo de acto sirve para dotar de confiabilidad a su figura, algo que busca consolidar. Comenzó a haberlo cuando sumó al ministro Lavagna a su equipo. “Esta es la base que le proponemos a la sociedad con el vicepresidente Daniel Scioli para sellar nuestro compromiso, para que tengan certeza de lo que haremos y cómo actuaremos en función de gobierno. Es la letra de nuestro compromiso con la ciudadanía”, sostuvo el candidato del Frente para la Victoria.
Reiteró aquello que prefiere no mencionar en sus discursos a Perón y Evita sino que opta por hacerle honor a sus ideas. Mencionó el ejemplo de su gestión al frente de la gobernación de Santa Cruz, a la que definió como “la más igualitaria del país, la de menor brecha entre pobres y ricos”. El proyecto de gobierno está dividido en seis capítulos: desarrollo social, trabajo y producción, infraestructura y obra pública, economía, relaciones exteriores, justicia, seguridad y estado de derecho. El candidato aseguró que con ese plan “nos proponemos recuperar los valores de la solidaridad y la justicia social que nos permita la construcción de una sociedad equilibrada. Es una realidad que hemos debido aprender con sufrimiento, ya que el mercado organiza económicamente pero no articula socialmente”.
Si bien con este tipo de actos busca ganar en confiabilidad como presidenciable, Kirchner no quiere que su discurso se desperfile y pierda el tono progresista. En lo que imagina es su diferencia de las candidaturas de Carlos Menem y Ricardo López Murphy hizo hincapié en el rol que le corresponde al Estado en el armado de las políticas. “El Estado debe poner igualdad, actuar como reparador de las desigualdades sociales a través de una tarea constante de inclusión social.” Kirchner terminó a losbesos con el “ring side”, ocupado por ministros, y partió raudo a seguir la campaña: un par de horas después ya estaba en Formosa mientras que a Scioli le tocaba el conurbano junto con Hilda “Chiche” Duhalde. El cierre de campaña será mañana, en La Matanza.