El fiscal federal de Córdoba Enrique Senestrari imputó a Matteo Goretti por la presunta infracción de la Ley de Protección del Patrimonio Cultural, a raíz del hallazgo en uno de sus domicilios de 58 piezas arqueológicas robadas. La jueza federal Liliana Navarro citó a Goretti a declaración indagatoria para comienzos de la semana próxima. En una carta que difundió para defenderse, Goretti había sostenido su “absoluta inocencia” y también había afirmado que su asesoramiento a la gestión PRO fue “de manera gratuita”. Sin embargo, como publicó este diario, la fundación que preside Goretti –y que tiene domicilio en su departamento– recibió más de 800 mil pesos del gobierno porteño. Por la investigación judicial, Goretti presentó su renuncia como “asesor ad honorem” del gobierno de Mauricio Macri.

El 18 de abril, Interpol allanó cuatro domicilios que pertenecen a Goretti y en uno de ellos halló 58 piezas arqueológicas robadas en 2008 del Museo Ambato en La Falda, Córdoba. En ese momento se robaron un 85 por ciento de las piezas que había en el museo, que permanecía cerrado desde 2004. En agosto de 2008, un allanamiento en Villa Carlos Paz dio con 500 piezas arqueológicas. El resto de la colección continuaba siendo buscada, hasta que dieron con una pista que llevó a la casa de Goretti. Las piezas serán resguardadas en un museo de Río Ceballos.

Más de una semana después del allanamiento, el ex asesor macrista afirmó en una carta pública que no sabía que eran piezas robadas. “Yo desconocía totalmente esa situación. Aclaro que jamás visité el museo privado cordobés e ignoraba que hubiesen desaparecido piezas del mismo”, escribió. La ministra de Seguridad, Nilda Garré, consideró que, al tratarse de un especialista con libros publicados sobre la materia, no puede alegar desconocimiento sobre el origen de las piezas, que tienen un valor de entre 700 mil y un millón de dólares.

Ayer por la mañana, el fiscal Senestrari firmó la imputación a Goretti por la presunta infracción del artículo 48 de la Ley de Patrimonio Cultural, que pena con dos meses a dos años de prisión e inhabilitación especial por cinco años a quien “transportare, almacenare, comprare, vendiere (...) o de cualquier modo pusiere en comercio piezas, productos o subproductos provenientes de yacimientos arqueológicos”. Según explicaron los investigadores, se trata de un delito similar al de “encubrimiento”.

El fiscal también solicitó otras medidas de prueba –que no trascendieron– y le requirió a la magistrada que lo cite a indagatoria. La jueza Navarro convocó a Goretti para el comienzo de la semana que viene. Sus abogados habían presentado una exención de prisión, que fue desestimada por la magistrada porque, cuando la reclamaron, él todavía no estaba imputado. Los tiempos son todo en Tribunales.

Renuncia ad honorem

Cuando se conocieron los allanamientos a la casa de Goretti, en el gobierno porteño se apuraron a negar toda relación con el colaborador PRO en temas de comunicación, aunque el Boletín Oficial mostraba a Goretti como “asesor ad honorem” del Ministerio de Hacienda. En realidad, era una figura que se movía con libertad por diversos ministerios, participaba en las reuniones de gabinete ampliado y se ocupó del entrenamiento de Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal para enfrentar a los medios siempre con la sonrisa lista.

Además, Goretti estuvo al frente de la reinauguración del Teatro Colón, el evento comunicativo central del PRO en el año del Bicentenario. Las dos facturas que publicó Página/12 de la fundación Ceppa, que preside Goretti, probaron que recibió 138 mil pesos de parte del gobierno porteño por tareas en el Colón. Además, esa fundación –que reside en un domicilio de Goretti allanado– consiguió que le aprobaran otros 672 mil pesos del programa de Mecenazgo de la gestión PRO. Tiene pendiente otro proyecto, por cerca de 280 mil pesos más.

Cuando Rodríguez Larreta salió a defender la inocencia de Goretti, aseguró que no tenía funciones en el gobierno porteño. El miércoles, Goretti presentó una carta dirigida al ministro de Hacienda, Néstor Grindetti, en la que renunció a esas funciones. “Tengo el agrado de dirigirme a usted con el propósito de presentar mi renuncia como asesor ad honorem con el que usted me honrara. Considero una necesidad hacerlo hasta tanto se aclaren en la Justicia los hechos que han tomado estado público. Le agradezco su confianza y su colaboración”, dice la carta. En Hacienda, le dijeron que era innecesario que renunciara, pero él insistió. La resolución en la que le aceptan la renuncia saldrá seguramente hoy.