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Desde su vuelta de Italia había esquivado hablar del tema, pero ayer Daniel Scioli salió finalmente a contestar las críticas recibidas desde el kirchnerismo por haberse mostrado junto al titular de la CGT, Hugo Moyano, en medio de la escalada del camionero con el gobierno nacional. El gobernador bonaerense argumentó que invitó a jugar un partido de fútbol a Moyano porque le gustan los deportes. “Yo a las cosas las hago así, con toda claridad y naturalidad. No le den interpretaciones rebuscadas, sofisticadas ni retorcidas.”

Los principales cuestionamientos le habían sido hechos por el vicegobernador Gabriel Mariotto que, además de señalar la presencia de Moyano en el partido que se jugó en la casa de Scioli en Villa La Ñata, le reprochó que no haya expresado un rechazo claro al bloqueo de los camioneros que provocó dificultades de abastecimiento de nafta en la provincia.

Ayer, Scioli tomó distancia de la jornada de protesta convocada por Moyano. “Este es un momento de colaborar, no de enfrentar, de cuidar la producción y el trabajo con mucha responsabilidad”, declaró. Sobre su respaldo a la Presidenta, agregó que no tiene “que sobreactuar porque ya fijé posición el 9 de junio”, al reclamar “prudencia, responsabilidad y diálogo”.

El gobernador habló con la prensa en el marco de un operativo en Avellaneda, donde se mostró junto a su ministro de Seguridad, Ricardo Casal. Allí buscó restarle importancia al encuentro que mantuvo con Moyano en uno de los partidos de futsal que suele encabezar con su equipo los fines de semana y a los que viene invitando a opositores del kirchnerismo. “Creí que me iba a preguntar del partido que jugué con Maradona y con el Kun Agüero”, respondió ante una consulta puntual.

Luego, agregó: “A propósito de eso y ya que me dan la oportunidad, a ver si ponemos las cosas en su lugar de una vez por todas. El deporte marcó mi vida para siempre, desde chico siempre competí en deporte y siempre que hice un deporte me gustó competir. A algunos les gusta jugar al golf, a otros al tenis, a otros les gusta hacer otros deportes, otros se reúnen a escondidas para que nadie se entere”.

Evitando confrontar directamente, Scioli no dio nombres propios. Apeló además a un tono conciliador, en el que aseguró que su “trabajo” es “ayudar a la provincia y apoyar todo el esfuerzo que hace la Presidenta”. Y parafraseó a Juan Domingo Perón: “Perón dijo primero la patria, después el movimiento, después los hombres, y hoy el país necesita que todos pongamos el hombro”.

Mientras tanto, desde el gobierno nacional hubo nuevas críticas al paro de mañana. En declaraciones formuladas en la Casa Rosada, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, recordó que Moyano convoca a un paro mientras en la Argentina “estamos discutiendo paritarias y llevando adelante políticas activas que permiten mantener una economía con empleo e inclusión”. Randazzo calificó por esto a la convocatoria de Moyano como un tema “absolutamente político” y evaluó que “no tiene nada que ver con la defensa de los trabajadores”.

En el mismo sentido, Aníbal Fernández opinó que “lo que ha hecho” Moyano “es correrse de un modelo que venía alabando permanentemente y pasarse a la vereda de enfrente para tirar piedras del lado de (el CEO del Grupo Clarín, Héctor) Magnetto”.

El senador lamentó que Pablo Moyano, hijo de Hugo y secretario adjunto del gremio de los camioneros, “haya manifestado ‘vamos por ellos’ respecto de un gobierno constitucional. Es un despropósito que un sindicalista diga semejante estupidez. Esas cosas llaman la atención”, advirtió el ex jefe de Gabinete.

Otro de los que hablaron sobre el tema fue el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner, que consideró “desproporcionada e irracional” la medida dado que en los últimos años el Gobierno impulsó “acciones para la protección del empleo y la redistribución del ingreso y ubicó a los trabajadores en protagonistas centrales de la escena nacional”.

Otros dirigentes del kirchnerismo como Agustín Rossi, Fernando “Chino” Navarro, Daniel Filmus, Jorge Taiana y Ricardo Forster dieron a conocer un documento de la Corriente Nacional de la Militancia en el que recuerdan que “los mismos dirigentes sindicales que reconocieron hace muy poco que en ningún otro gobierno se avanzó tanto en la conquista de derechos para los trabajadores” son los que ahora convocan a la movilización a la Plaza de Mayo.

“Es difícil entender los motivos por los que un sector de la dirigencia sindical resuelve llevar a cabo una medida de fuerza extrema mientras todas las organizaciones laborales se encuentran concluyendo o transitando el proceso de negociación salarial gracias a la plena y permanente vigencia del sistema de paritarias mantenido y respetado a rajatabla por este gobierno”, plantearon, para concluir que es “evidente, entonces, que no son gremiales las motivaciones de esta medida, sino que se trata de producir un hecho político contra este gobierno”.

En el documento, defendieron los avances conseguidos en materia de trabajo en los últimos años y enumeraron entre ellos el incremento de salario mínimo, vital y móvil, la suba en las remuneraciones promedio del sector privado, el restablecimiento de las negociaciones paritarias y la baja en los índices de informalidad laboral.