Hacia los mismos días en que se iniciará el juicio oral en su contra por el asesinato de Mariano Ferreyra, José Pedraza será indagado en otra causa por presuntos sobornos en la Cámara de Casación Penal que –según se supo por escuchas telefónicas– estaban destinados a desactivar aquella investigación del homicidio. Junto con el líder de la Unión Ferroviaria (UF), detenido por el crimen, tendrán que declarar como sospechosos el ex juez federal subrogante Octavio Aráoz de Lamadrid, el contador del gremio Angel Stafforini y el empleado de Casación Luis Ameghino Escobar (h). En rigor, las indagatorias ya habían sido convocadas en noviembre último, pero frente a chicanas jurídicas de los imputados, el juez Luis Rodríguez las había puesto en un paréntesis. Ahora tomó la decisión de volver a citarlos para después de la feria judicial, según allegados al expediente. Hasta el momento sólo pasó por la indagatoria el agente de la Secretaría de Inteligencia Juan José Riquelme, quien según las escuchas que analiza el juzgado actuaba como intermediario del soborno. Las conversaciones fueron registradas por la jueza Wilma López mientras reconstruía el asesinato de Ferreyra, y al advertir que revelaban otros posibles delitos hizo la denuncia. Riquelme se negó a declarar ante el juez Rodríguez. Las escuchas mostraban su contacto casi diario con Pedraza.

Riquelme hacía los arreglos con Aráoz de Lamadrid, quien defendía a uno de los imputados, el picaboletos Guillermo Uño. Aráoz había sido secretario de la Casación muchos años, donde trabajó con el juez Eduardo Riggi, quien casualmente aparecía manteniendo diálogos telefónicos con Riquelme, quien a la vez alude a que trataba con otro (ex) camarista, Gustavo Mitchell. Riquelme llegó a dejar un célebre mensaje en el contestador de Pedraza en el que le decía “informan del otro lado que son verdes”, en alusión a que debían pagar dólares, no pesos. También lo alentaba a ir preparando “el champán”. Regatean la cifra, que queda en 50 mil. A comienzos de febrero de 2011 por las escuchas se detecta el momento en que Stafforini va a dejar un sobre al estudio de Aráoz de Lamadrid. La policía lo allana e incauta exactamente 50 mil dólares en un sobre rotulado “Octavio”.

La causa tuvo un fuerte impulso del fiscal Sandro Abraldes, quien pidió las indagatorias en mayo del año pasado e investigar a los jueces. Llamativamente, Abraldes fue movido de la fiscalía a cargo de esta causa. Las primeras indagatorias, que hasta ahora no incluyen a ningún magistrado, serían en agosto. El 6 de ese mes es el juicio por el homicidio de Mariano.