La Fragata Libertad iniciará mañana su vuelta al país y llegará a Buenos Aires el 9 de enero, según ratificó ayer el ministro de Defensa, Arturo Puricelli. La partida desde Ghana, donde la embarcación quedó retenida por un pedido de embargo del fondo buitre NML Capital, depende del arribo del resto de la tripulación necesaria para el funcionamiento del buque, el cual está previsto para hoy. El Tribunal Internacional del Derecho del Mar, con sede en Hamburgo, dictaminó el sábado la liberación de la Fragata Libertad “inmediatamente y sin condiciones”. Por otra parte, el mismo fondo buitre recibió ayer otra mala noticia: la Justicia belga resolvió levantar un embargo sobre cuentas diplomáticas argentinas, y NML Capital deberá pagar las costas por todas esas instancias del litigio (ver Página/12).

La fragata fue retenida el 2 de octubre y desde entonces se iniciaron gestiones judiciales desde la Cancillería argentina para su liberación. El Tribunal del Derecho del Mar ordenó finalmente el sábado pasado la liberación efectiva del buque de guerra antes del 22 de diciembre. A partir de esa orden judicial, Puricelli confirmó que la fragata zarpará mañana. “Ghana no puede desconocer una decisión de un tribunal internacional”, señaló en referencia a las declaraciones de funcionarios del gobierno ghanés que aseguraron que analizarían en detalle el fallo del Tribunal del Mar antes de cumplir su disposición.

El ministro explicó que, si bien los actuales 45 tripulantes que se encuentran en el buque son suficientes para poner en funcionamiento la nave, “es un esfuerzo muy grande hacerla cruzar el océano Atlántico”. Por eso se espera el arribo del resto de la tripulación para su salida del puerto de Tema. “Lo que se necesita en este momento, y está en trámite, es la carga de 170 metros cúbicos de combustible”, dijo el ministro de Defensa. “Los fondos buitre fueron los causantes de este hecho. Tratan por todos los medios de encontrar un elemento de extorsión para ver si pueden hacerse ilegítimamente de acreencias, son especuladores”, aseguró Puricelli.

El abogado Marcelo Kohen, integrante del equipo que litigó para la recuperación de la nave, aseguró que “la decisión del Tribunal es obligatoria, inapelable e inmediatamente ejecutoria. Todos los órganos del Estado de Ghana tienen la obligación de respetarla, acatarla y aplicarla”, sostuvo el especialista. Eugenio Bruno, abogado del estudio Garrido, dijo a este diario que “lo más probable es que el fondo buitre Elliot desconozca jurisdicción del Tribunal del Mar y apele en Ghana, ya que la Justicia de ese país en su escrito de fines de noviembre rechazaba injerencia externa, lo que podría trabar el proceso”. “No cabe duda de que van a reaccionar. Son muy poderosos y tienen la arrogancia de actuar como si fueran un Estado, por lo cual se trata de una batalla muy compleja que hay que dar de manera firme, como se hizo hasta ahora”, explicó el profesor de Derecho Internacional en Ginebra, quien reiteró que “la posición argentina es totalmente justificada desde el punto de vista del derecho internacional”.