Los intendentes justicialistas de Santa Fe le pidieron una audiencia con “carácter de urgente” al gobernador Antonio Bonfatti, para el “inmediato tratamiento de la problemática de seguridad”, y anticiparon que de no obtener respuestas concretas “cerrarán los municipios” y se trasladarán junto a los vecinos “hasta las sedes que el gobierno provincial tiene en Rosario y Santa Fe”.

Los intendentes peronistas se reunieron ayer en una reunión plenaria realizada en la localidad de Frontera, en donde consensuaron el reclamo a Bonfatti. “Desde el 2007 venimos denunciando esta problemática sin ser escuchados, y es por eso que de no tener respuestas concretas por parte del gobernador vamos a cerrar los municipios y trasladarnos, vecinos y funcionarios juntos, a las sedes que el gobierno provincial tiene en Rosario y en Santa Fe”, señalaron.

El reclamo se produce luego de las tres muertes de militantes sociales del Movimiento Evita ocurridas la semana pasada, supuestamente como consecuencia de un enfrentamiento de bandas de narcos, aunque hay dudas acerca de si el desenlace fue realmente accidental. Las muertes vienen a agregarse a la grave situación generada luego de que se revelaran los lazos del entonces jefe de la policía santafesina, Hugo Tognoli, con grupos de narcotraficantes.

Por otra parte, durante la reunión plenaria se ratificó “el apoyo incondicional a la conducción de la compañera presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner”, y también destacaron la labor del ministro de Planificación, Julio De Vido, a quien consideraron como “el mentor y gestor” de ese foro de intendentes.