EL PAíS › MACRI TRAZO UN PANORAMA DE LA CIUDAD QUE PARA LA OPOSICION NO EXISTE

Pintó un cuadro amarillo PRO

En su discurso para la apertura de las sesiones ordinarias de la Legislatura, el jefe de Gobierno repasó lo que considera sus logros de gestión y se planteó “desafíos”. Criticó al gobierno nacional y al del bonaerense Daniel Scioli.

 Por Werner Pertot

Mauricio Macri habló durante 23 minutos, todo un record para lo que acostumbra.
Imagen: Rafael Yohai.

Hay un lugar donde los sueños se hacen realidad: en el discurso que dio Mauricio Macri ante la Legislatura porteña. De traje azul y corbata gris, el jefe de Gobierno repasó las distintas áreas de la gestión, sobre las que trazó una pintura que los opositores encontraron sumamente optimista. “Macrilandia”, la bautizó uno de ellos. El líder del PRO prometió mejoras en la basura, las inundaciones y en el subte y no ahorró críticas al gobierno nacional y al de la provincia de Buenos Aires, aunque obvió mencionar a Daniel Scioli. También anunció que le enviará una invitación a la Presidenta para que asista a la reinauguración de la línea A del subte, que ya lleva cerrada tres meses. “Sueño con una ciudad llena de bicicletas”, fue, tal vez, su principal definición.

Legisladores, funcionarios e invitados especiales bostezaban ya cerca de las 8.30 cuando Macri hizo su entrada. Luego del besamanos habitual, el jefe de Gobierno se sentó a dar su discurso a las 8.58. Se tomó 23 minutos para describir los últimos cinco años de gestión. El año anterior el discurso había durado 13 minutos. Como de costumbre, leyó todo de un texto preparado, lo que no lo salvó de cometer errores con la cantidad de policías de la Metropolitana (ver aparte). Con la mirada puesta en la campaña, Macri comenzó con un llamado al diálogo: “Eso que nos une es más importante que todo lo que nos puede separar. De nosotros depende que la Argentina que viene sea la del diálogo, la diversidad de ideas y la capacidad de disentir. Una sociedad donde se compita desde la virtud y no desde la chicana y la obstrucción”, les dijo a los legisladores.

Luego se refirió a las medidas cautelares, que tanto le molestan cuando se dirigen a su gestión. “Estamos abiertos a opiniones distintas, pero judicializar la gestión no es el camino adecuado. Eso sólo demora las mejoras”, consideró. “Cada día más personas recurren a nuestro sistema de salud y educación, especialmente de la provincia de Buenos Aires, que está cada día más débil a la hora de dar respuesta.” Fue la primera crítica a Scioli, un eventual competidor por la presidencia en 2015.

Macri propuso “ocho desafíos” para este año.

1. Una Red de Protección Social que integrará los distintos planes sociales “con una cobertura integral, transparente y sin clientelismo”. Su nombre será el último slogan de la gestión PRO: “En todo estás vos”.

2. Mejorar la calidad educativa. Macri les pidió que aprueben la ley que crea el Instituto de Evaluación. “Logramos salir del estado de emergencia edilicia”, opinó Macri. El gremio UTE-Ctera difundió en los últimos días datos que lo contradicen: once escuelas no pudieron comenzar las clases porque no están terminadas las obras, mientras que otras comenzaron con los edificios en pésimo estado.

3. Salud pública. “Estamos terminando una revolución de reequipamiento”, aseguró sin sonrojarse el jefe de Gobierno.

4. “Vamos a seguir desarrollando la zona sur. La planificación del Estado y el empuje de los vecinos volvieron a revitalizar barrios enteros”, sostuvo Macri. No arriesgó ejemplos concretos, pero sí dijo que planean “un proyecto estratégico de reparación histórica para los barrios de la Comuna 8”, que incluye a Villa Lugano, Riachuelo y Soldati.

5. “Una Ciudad Verde.” Lo dividió en los contratos de la basura, sobre los que reconoció que en estos cinco años les “costó encontrar el camino para empezar a reducir la basura”. “La Ciudad ya empezó y esperamos que comience también la provincia”, fue otra de las críticas para Scioli. “Lamentamos la decisión del gobierno nacional de no querer extender el predio del Ceamse a Campo de Mayo”, lanzó hacia el kirchnerismo. Sostuvo que el metrobús de 9 de Julio es “un medio menos contaminante y más económico”. Sobre la discusión por el traslado de los árboles, sólo acotó: “Sabemos que ha generado polémica”.

También defendió las bicicendas e incluyó al subte en la política ambiental. Sostuvo que van a “avanzar en un proceso de modernización” y lanzó una advertencia a los sindicatos de trabajadores del subterráneo: “Esto debe ser acompañado en una mejora en los recursos humanos”. Macri ya había insinuado que el subte requería un recorte de trabajadores. En el discurso de ayer, no desarrolló el tema. “Voy a enviarle a la Presidenta una carta invitándola a la reapertura de la línea A”, anunció Macri. Fue la única sorpresa de su discurso.

El sexto tema fue la Metropolitana y el séptimo, las inundaciones. El jefe de Gobierno optó nuevamente por culpar al gobierno nacional por el retraso de las obras en el arroyo Vega. El octavo desafío fue la “modernización” de los empleados públicos. Por último, Macri mencionó que “este año hay elecciones y espero que eso no nos saque las energías”. Sobre si decidirá que las elecciones porteñas sean unificadas o separadas de las nacionales, no dio ninguna pista.

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