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El culebrón político entre Francisco de Narváez y su renunciante candidato Javier Castrilli tendrá ahora un capítulo judicial. El ex árbitro y ahora también ex candidato a concejal de La Matanza –por la alianza entre el Colorado y el camionero Hugo Moyano con un sector del PRO– demandó penalmente a De Narváez por “injurias”, después de que el diputado del peronismo opositor afirmara que Castrilli y sus colaboradores “pidieron plata para seguir en el espacio y nosotros les dijimos que vayan adonde quieran”. Ambos ya se habían cruzado en un estudio de televisión, donde cada uno defendió su versión sobre la deserción de Castrilli.

“Cabe puntualizar que mi renuncia a la candidatura aludida se debió a que en una reunión de trabajo donde debíamos analizar la fiscalización de los próximos comicios, Adrián Verdini, candidato a diputado provincial por la Tercera Sección (electoral de la provincia), me exigió que debía elegir entre seguir en el PRO o con De Narváez”, explica Castrilli en la querella por injurias contra De Narváez.

“Es de público conocimiento, ingresé a sus listas como candidato de la alianza entre ambas organizaciones políticas en La Matanza”, detalla Castrilli en el escrito que presentó ante el Juzgado Correccional Nº 10 a cargo de Omar Fente, según confirmaron fuentes del macrismo, al que el Sheriff –el mote que se ganó como árbitro de fútbol– seguirá tributando. Tras la polémica, Castrilli envió un comunicado de prensa donde calificó los dichos de De Narváez como “una canallada” al tiempo que ratificó su apoyo a la candidatura presidencial de Mauricio Macri.

De Narváez había sido lapidario sobre las motivaciones que desencadenaron la renuncia de Castrilli a su candidatura de concejal. “Me llamaron para pedirme plata, nosotros hacemos política por convicción. Ahí se terminó la conversación”, sentenció el Colorado en declaraciones públicas. Luego, De Narváez detalló que el reclamo de dinero lo hicieron Castrilli y “el que era candidato nuestro”, en el décimo lugar de la lista de diputados, Javier Klein, quienes manifestaron que “para continuar en el espacio necesitaban plata”. “Lamentablemente, en la política hay gente que se encandila con las encuestas, que va detrás del calor de lo que supuestamente sucede”, se quejó De Narváez.

Ahora la disputa en los tribunales también será por dinero. El delito de injurias tiene una pena de multa que va de 1500 a 20 mil pesos.