El dirigente del Movimiento Independiente Justicia y Dignidad (MIJD), Raúl Castells, reapareció en la escena política ayer, cuando inició, junto a militantes de ese espacio, una huelga de hambre en la Plaza de Mayo, que incluía la toma del cajero automático de un banco de la zona, para reclamar que el Ministerio de Educación reconozca dos carreras, Abogacía y Enfermería, que fueron incluidas en la currícula de la Universidad Popular del MIJD y que aún no cuentan con la venia oficial. También exigían el “cese de la persecución de los pueblos originarios”. Castells aseguró a la prensa que la protesta

“es por tiempo indeterminado hasta que nos reciba (Jorge) Capitanich o la Presidenta (Cristina Fernández)” y advirtió: “No nos van a correr como hizo La Cámpora, con (Andrés) Larroque a la cabeza, a los pueblos originarios cuando protestaban frente al Ministerio de Desarrollo Social. A nosotros no nos van a hacer eso, no le vamos a regalar nuestra vida a La Cámpora, ni vamos a salir corriendo”, advirtió el dirigente desde un cajero automático del Banco Santander Río ubicado frente a la Plaza de Mayo al que mantenía “tomado”.