EL PAíS
Macri le bajó el precio a una reunión con el jefe de la Armada
El presidente de Boca, mientras hace su armado político, se reunió el lunes con el almirante Stella. Su explicación fue que dialoga con todos los sectores. Descalificó cualquier tesis golpista.
”No tiene nada que ver con golpes de Estado ni ningún disparate de ese tipo”, trató de aclarar Mauricio Macri las razones que lo llevaron a reunirse el lunes pasado con el jefe de la Armada, almirante Joaquín Stella. Si en circunstancias normales el encuentro ya hubiera resultado extraño, en estos momentos en los que cada día surgen versiones sobre movimientos de uniformados que buscarían instaurar un gobierno cívico- militar, sonó un tanto inoportuna. Justamente, esos rumores que son tomados con toda seriedad en la Rosada dan como presidentes del hipotético régimen de facto a Macri o al ex ministro Ricardo López Murphy. Obviamente, el empresario negó cualquier matiz conspirativo de la reunión. “Este país está tan loco que cada cosa que uno hace despierta sospechas”, dijo.
El presidente de Boca reiteró ayer que no es candidato a nada pero que igual viene preparando con sus equipos de técnicos diferentes propuestas para cada sector de la actividad nacional. Y que fue en el marco de las consultas que realiza con representantes de cada área que el lunes se encontró con Stella, reunión que se conoció recién ayer. Según contó el empresario, necesita conocer los problemas de los distintos sectores antes de elaborar una propuesta. “Cuántas veces uno se va de vacaciones y trae un regalo y después resulta que el suéter es tres talles más chico”, graficó Macri.
Pese a la despreocupación que trató de mostrar el empresario, la difusión de la noticia no debe haberle resultado nada oportuna. El domingo pasado, Página/12 reveló que el jefe del Ejército, teniente general Ricardo Brinzoni, se había encontrado con el financista Adrián Werthein, presidente del grupo Werthein, dueño de la Caja de Ahorro y Seguro y el banco Sudameris, entre otros. Pese a que calificó la noticia como “infamia”, Brinzoni confirmó la reunión, la cual se enmarcaría en una serie de encuentros que vendría manteniendo con empresarios, banqueros y hasta algunos políticos. En esas reuniones, Brinzoni expresaría su inquietud por el descontento social que vive el país.
Cerca del presidente Eduardo Duhalde dan fe de esas versiones y entienden que se trataría de una avanzada de un sector de las Fuerzas Armadas, que vienen buscando consenso para la instauración de un régimen cívico-militar de centro derecha. Y creen que en la jugada están implicados algunos empresarios y el sector de dirigentes a favor de la dolarización, como los menemistas. Macri, al igual que López Murphy, negó que estuviera implicado en cualquier maniobra de ese tipo. Además de la justificación que tenía que ver con la elaboración de un proyecto, el empresario también le dio al encuentro una razón de ser social. “De presentación”, explicó. “Fue una reunión agradable, social, que no tiene nada que ver con componendas ni todas esas pavadas”, aseguró Macri, ayer a radio La Red. Incluso, de tan social, dijo que la mayor parte del tiempo habían hablado de fútbol, y eso que Stella es hincha de River.
En algún momento el nombre de Macri sonó como posible candidato a jefe de gobierno porteño por el peronismo y el año pasado se lo barajó como candidato a senador. Finalmente, como las encuestas no le terminaban de convencer, Macri nunca se decidió a pegar el salto. Ahora no disimula mucho que quiere ser presidente en el 2003 aunque en público niega cualquier candidatura. Por eso no quiso responder cuando le preguntaron si le gustaría López Murphy como su ministro de Economía. “No soy candidato a nada así que sería una falta de respeto que yo lo ponga como ministro de Economía a una persona que ya ocupó ese cargo y además ya anunció que quiere ser presidente”, aclaró.