EL PAíS › LA UCR FRENTE A LA MARCHA DEL SI
Los socios dicen “no”
La mayoría de los dirigentes radicales, aun los bonaerenses, ve con malos ojos la movilización con que el PJ piensa acompañar la apertura de las sesiones ordinarias. El único que habló a su favor fue Ricardo Alfonsín.
La decisión de Eduardo Duhalde de convocar a una manifestación mañana a Congreso genera dudas y resistencias, incluso entre los radicales que integran el gabinete. “No estoy en el tema, no sé qué contenido va a tener. En todo caso, habrá que hacer un fuerte trabajo para evitar algún tipo de enfrentamiento”, dijo el ministro de Defensa, Horacio Jaunarena. En medio de las críticas generales de la UCR, el único que se animó a respaldar la movida fue Ricardo Alfonsín, un dato que demuestra –una vez más– el respaldo de su padre (el ex presidente) al Gobierno. “Tiene todo el derecho a convocar a los ciudadanos para que lo apoyen. Me parece legítimo”, aseguró.
El más duro fue el jefe del bloque de senadores de la UCR, Carlos Maestro. “Duhalde fue elegido por un sistema que marca la Constitución. Lo que debe hacer es cumplir su mandato y hacer lo que prometió al pueblo y al propio Congreso. No estoy de acuerdo en absoluto. No hace falta tratar en este momento de incentivar la actividad callejera y la posibilidad de confrontación de los argentinos”, opinó.
Para los radicales, en momentos de convulsión social es un error convocar a un acto masivo que, por otro lado, sería leído como un desafío a otras movilizaciones populares, como los piquetes y cacerolazos. Según dicen, el impacto político de un acto, por más exitoso que sea, se diluye en cuestión de horas.
Algo de esto señaló ayer Federico Storani, titular del radicalismo bonaerense. “Yo creo que una movilización del aparato partidario del PJ bonaerense no tiene sentido, porque no se trata de algo espontáneo sino de un armado que implica un costo importante, tanto económico como político. Entonces, me parece bien que el Presidente busque el apoyo de su partido, pero no que incentive este tipo de movidas”, agregó.
“La convocatoria tendría que tener como eje el apoyo a un programa de unidad nacional, que incluya la reforma política y la lucha por la igualdad económica y no una defensa personal”, completó el diputado Jesús Rodríguez.
Ni siquiera quienes integran el gabinete se animaron a respaldar la iniciativa. Después de tomar distancia aclarando que no tiene mucha idea sobre el contenido, Jaunarena sostuvo que lo central es hacer todo lo posible para que “no se provoque ningún tipo de enfrentamiento en una sociedad que está conflictuada”.
Alfonsín hijo fue el único que marcó una diferencia. “Así como la sociedad tiene derecho a autoconvocarse en asambleas o cacerolazos supuestamente espontáneos, yo creo que el Presidente tiene derecho a buscar apoyo público a sus políticas”, aseguró el legislador bonaerense. De todo modos, cuando Página/12 le preguntó si iría a la plaza, respondió: “No voy a ir porque creo que es una convocatoria de tipo partidario: yo cuestiono algunos aspectos de la política del Gobierno, pero creo que en otros está acertando y que no hay que entorpecerlo. Además, siempre estuvo a favor de una sociedad movilizada y con alto nivel de participación”, concluyó.
Más allá de la declaración de Alfonsín hijo, es innegable que la decisión de movilizar el aparato duhaldista a Plaza de Mayo genera rechazos de todo tipo: no sólo en el radicalismo sino dentro del propio Gobierno, donde algunos funcionarios de peso –entre ellos la poderosa Chiche Duhalde– sostienen en privado que la convocatoria es un error político.