Domingo, 23 de febrero de 2014 | Hoy
EL PAíS › LA DISCUSION SOBRE LA RECOMPOSICION DEL SALARIO DOCENTE
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, volvió a defender la oferta del Ejecutivo y dijo que “para que haya calidad educativa, tiene que haber clases todos los días”. La respuesta de Hugo Yasky, líder de la CTA, y del titular de los docentes privados, Mario Almirón.
Aunque la negociación salarial entre el Gobierno y los cinco gremios docentes con representación nacional se encuentra en un cuarto intermedio hasta mañana o pasado, ni funcionarios ni dirigentes sindicales se tomaron descanso: desde los sindicatos continuaron ayer las críticas hacia la “insostenible” propuesta del 22 por ciento en tres tramos, mientras que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, volvió a defender la oferta del Ejecutivo y reclamó “continuidad diaria y sistemática de clases”.
En el marco del congreso del PJ bonaerense en Santa Teresita, Capitanich defendió otra vez la postura del Gobierno en la paritaria docente. “En este último tiempo, el Estado ha invertido sustancialmente en recursos para mejorar la calidad de la educación, pero los esfuerzos no han tenido correlato en materia de calidad educativa”, sostuvo. Respecto del reclamo, Capitanich consideró “legítimo que se puedan expresar las demandas salariales”, pero indicó que “tiene que haber continuidad diaria y sistemática de clases”. En ese sentido, volvió a remarcar que “para que haya calidad educativa, tiene que haber clases todos los días”.
El jefe de Gabinete volvió a remarcar que “esta paritaria tiene que tener la fijación de un salario inicial, no tiene más expectativa que eso”. También recordó que “el Estado nacional no es empleador directo”, sino que lo es “el gobierno de cada provincia”.
Para el líder de la CTA oficialista, Hugo Yasky, los dichos de Capitanich “hacen acordar a las respuestas que daba la ministra de Educación menemista Susana Decibe”. “Con Néstor Kirchner, esa historia se revirtió y convocó a la Ctera a la discusión por la Ley de Financiamiento Educativo. Cuando se presentó la ley, sostuvo que el objetivo era tener un piso salarial docente que sirviera para presionar hacia arriba los salarios en provincias más pobres y evitar la desigualdad”, explicó ayer a Página/12, y añadió que las declaraciones del jefe de Gabinete “parecen dirigidas a tratar de rever ese objetivo”.
Yasky, quien llegó a la conducción de la CTA desde la Ctera, también sostuvo que Capitanich “debería informarse mejor sobre cuál fue el origen de esa ley y cómo desde el gobierno nacional se empujó a los gobernadores a aceptar que había que recomponer el salario de los trabajadores de la educación”.
Para Yasky la propuesta oficial está “lejos de la necesidad de recomponer el poder adquisitivo de los docentes” y es “absolutamente inaceptable”. “Sería injusto que el sector docente tuviera que pagar dentro del sector público los costos del desmadre económico que ocasionaron grupos especuladores y tenedores de dólares”, concluyó.
Por su parte, el titular del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), Mario Almirón, sostuvo que esperaban “una oferta superior que recompusiera la pérdida del poder adquisitivo en estos meses y compensara la situación de 2012 y 2013”, cuando los docentes quedaron rezagados respecto de los incrementos que recibieron el resto de los gremios.
“No cumplió con nuestras expectativas”, señaló Almirón en diálogo con este diario. A su vez, se mostró en contra de los dichos de Capitanich sobre la relación entre calidad educativa y continuidad de días de clase. “La calidad es del sistema educativo en su conjunto. Requiere una mirada integral y no es sólo la presencia del docente ni la del alumno. No se puede trabajar bajo cualquier condición”, sentenció el titular de Sadop.
De la negociación con el Gobierno participan la Ctera –el mayor gremio docente, alineado en la CTA de Yasky– y AMET, UDA, Sadop y CEA, sindicatos enrolados en la CGT de Antonio Caló. El viernes, el Ejecutivo ofreció un aumento del 22 por ciento a cobrarse en tres partes (con los sueldos de marzo, junio y octubre) y una suma fija de 2000 pesos sujeta a la asistencia de los docentes, dividida en dos (julio y diciembre).
Esta propuesta elevaría el salario docente a 4100 pesos, recién cuando se cobre el sueldo de noviembre, lo que se encuentra muy por debajo de lo que reclaman los gremios. Sin llegar a un acuerdo, se decidió pasar a un cuarto intermedio y la negociación continuará el lunes o el martes.
Informe: Aldana Vales.
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