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Los anuncios sociales serán el plato fuerte del discurso que Eduardo Duhalde realizará hoy en el Congreso en la apertura de las sesiones ordinarias. El Presidente también se referirá al perfil “productivista” del Gobierno, marcando diferencias con sus predecesores y también con sectores políticos y económicos que han mostrado mayor resistencia al proceso devaluatorio.
Duhalde ocupó gran parte de su jornada en evaluar el texto que anoche redactaba a contra reloj Luis Verdi, uno de los escribas preferidos del Presidente y quien le ha dado letra durante años en su paso por la gobernación de la provincia de Buenos Aires.
No sólo los legisladores, funcionarios y representantes extranjeros escucharán el discurso presidencial. También lo harán, aunque puertas afuera, miles de almas llevadas por los intendentes bonaerenses (ver recuadro aparte).
Duhalde reiterará que su breve gestión puso fin a la alianza del poder político con el poder financiero “que perjudicó al país” para sustituirla pro una alianza con la “comunidad productiva”.
En ese sentido, vaticinará una pronta salida de la recesión -probablemente enunciando contados ejemplos de reactivación, como ya lo hizo su ministro de la Producción, Ignacio de Mendiguren– y pondrá en conocimiento algunas de las medidas implementadas en consonancia con el reclamo de la gente.
Una es la reforma política, que incluye la derogación de las jubilaciones de privilegio, y donde en apenas 60 días de mandato ya “se dieron pasos muy importantes”, según textuales palabras del mandatario. La otra es la reforma judicial. En este último caso, incluso, podría llegar a realizar una alusión al proceso de juicio político de la Corte Suprema, aunque anoche aún no estaba decidido.
Los siguientes son los tres grandes capítulos que comprenderá el discurso de inauguración del 120º período de las sesiones ordinarias del Congreso:
u Social: La matriz de los anuncios sociales tiene que ver con lo consensuado en la Mesa de Diálogo (ver página 6). El discurso se referirá a la unificación de los planes y el aporte de sectores agropecuarios y alimentarios que servirá como fuente de financiamiento. Se estima que este sería el equivalente al 5 por ciento de las exportaciones, algo así como 1500 millones de pesos.
También se hablará de la ampliación de la cobertura del seguro de desempleo y se ratificará el ambicioso proyecto de crear 2 millones de puestos de trabajo antes del fin del mandato (500 mil antes de junio de este mismo año), a través de subsidios para jefes y jefas de familia. Según el ministro de Trabajo, Alfredo Atanasof, el financiamiento podría obtenerse de los desembolsos pendientes de organismo multilaterales o de un “aporte patriótico” de empresas que obtuvieron importantes ganancias en los últimos años, como las privatizadas.
u Internacional: Se destacará la recomposición de las relaciones con Estados Unidos y la Unión Europea. Y se agradecerá el respaldo de los países y jefes de Estado en general y de los del Mercosur en particular. Marcando diferencias con su predecesor Fernando de la Rúa, se destacará el “fortalecimiento” del mercado común y de las relaciones que “se habían deteriorado por las marchas y contramarchas” de la gestión anterior.
u Económico: Hará una férrea defensa de la pesificación y recordará la acción del Gobierno para atenuar los costos de la devaluación, como lo fueron las maratónicas reuniones con los supermercadistas y otros sectores para frenar el alza de precios en alimentos y crear una canasta escolar accesible.
También se hará mención de las características generales de la reforma tributaria en ciernes, un item del que el Fondo Monetario está pendiente.Algunos aspectos de esta reforma fueron abordados con los gobernadores en las negociaciones de la última semana.
Para los mandatarios provinciales, que facilitaron la firma de un nuevo pacto fiscal, habrá un reconocimiento especial. Ellos fueron –a pesar de los chisporroteos con el santacruceño Néstor Kirchner y el cordobés Juan Manuel De la Sota– los que allanaron el camino para la aprobación del Presupuesto. Junto a la coparticipación, se trata de dos cláusulas imprescindibles para la apertura de las negociaciones con el FMI y, eventualmente, para la asignación de créditos.
Sin dar nombres, también habrá críticas hacia la dirigencia política y empresaria afiliada al denominado “club de dolarizadores”. Se trata de quienes más socavaron la gestión duhaldista, como el ex presidente Carlos Menem y los integrantes del CEMA.