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El procesamiento del vicepresidente Amado Boudou por la causa Ciccone llegó a la Cámara Federal de Apelaciones. El juez federal Ariel Lijo aceptó los recursos presentados por todos los procesados en la causa que investiga el traspaso de las acciones de la ex Ciccone Calcográfica. Ahora la Sala I de la cámara, integrada por los jueces Jorge Ballestero, Eduardo Farah y Eduardo Freiler, deberá revisar los procesamientos de Lijo.

El juez concedió las apelaciones de Boudou, José María Núñez Carmona, Alejandro Vandenbroele, Nicolás Ciccone, Guillermo Reinwick y Rafael Resnick Brener. Al hacerles lugar, consideró que los escritos fueron “presentados en legal tiempo y forma”.

La resolución estaba dentro de lo previsto, ya que es parte del mecanismo de la Justicia que haya una doble instancia para la revisión de los fallos.

“El cuestionamiento de las decisiones fundadas y apoyadas en los elementos de la causa tiene que ser canalizado mediante los mecanismos procesales legalmente previstos”, dijo el magistrado.

Lijo procesó por supuesto cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública a los imputados en la causa que investiga supuestas irregularidades en el proceso de levantamiento de la quiebra de la empresa y su traspaso accionario al fondo de inversión The Old Fund.

Por otra parte, sin mencionar explícitamente a los abogados de Boudou, el juez objetó las expresiones de algunos de los escritos de defensa.

“El cuestionamiento de las decisiones fundadas y apoyadas en los elementos de la causa tiene que ser canalizado mediante los mecanismos procesales legalmente previstos”, advirtió a los defensores. “Los atajos injuriosos nunca constituyen una defensa plausible, y deberá, la prudencia de los letrados, acomodarse a los estándares previstos en el código de formas para expresar sus agravios; puesto que su responsabilidad técnica incluye el contenido de los escritos que sus defendidos presentan por propio derecho, más aún cuando son avalados por la firma del profesional”. Al apelar los procesamientos, todos los imputados desestimaron los hechos que se les atribuyen. Las defensas tanto de la familia Ciccone como de Boudou, su amigo José María Núñez Carmona y el abogado Alejandro Vandenbroele niegan los hechos por los que fueron acusados. Lijo les imputó a los Ciccone el haber pagado una coima del 70 por ciento de las acciones de la imprenta para salvarla de la quiebra. Boudou fue acusado por el juez de haberse quedado con ese 70 por ciento.

Otro de los ejes de la defensa tiene que ver con la ruta del dinero: Boudou reprochó al juez que no quiso investigar de dónde salieron los fondos para salvar a la imprenta porque tendría que citar a declarar a personas vinculadas con él.

Por otra parte, todos los procesados cuestionan que los Ciccone hayan sido primero imputados, después testigos, más tarde querellantes y finalmente otra vez imputados, después de que se les revocara el carácter de querellantes, y sostienen que ésta fue una maniobra de Lijo que debe considerarse nula.

La Cámara Federal deberá fijar ahora una fecha de audiencia en la que las defensas podrán ampliar los fundamentos de sus apelaciones. Luego, el tribunal deberá resolver si confirma o revoca los procesamientos, para lo que no tiene fecha.