La presidenta Cristina Fernández de Kirchner permanece internada en el sanatorio Otamendi “con buena evolución clínica” luego de la infección que la aqueja desde hace una semana y la obligó a permanecer internada este tiempo. Así lo informó ayer por la tarde la Unidad Médica Presidencial, en un nuevo parte en el que no se anticipa cuándo recibirá el alta médica la mandataria, quien deberá guardar reposo por otros diez días una vez que salga de la clínica.

El comunicado, que lleva las firmas de los doctores Marcelo Ballesteros y Daniel Fernández, puntualizó que la jefa de Estado “cursa el sexto día de internación por un cuadro de sigmoiditis” en el que “presenta buena evolución clínica e imagenológica, continúa con dieta especial y tratamiento sintomático y antibiótico”. Respecto del futuro, se limita a informar que CFK “permanece internada para completar el tratamiento, con control evolutivo”.

Fernández de Kirchner fue ingresada en el sanatorio Otamendi el domingo pasado por la tarde por un cuadro de sigmoiditis, una infección en su sistema digestivo. El parte médico más específico fue dado a conocer el miércoles pasado, cuando los médicos le prescribieron a la Presidenta que una vez recibida el alta deberá “mantener reposo” en la residencia oficial de Olivos durante al menos diez días.

En ese lapso, no podrá realizar “desplazamientos”, advirtieron los médicos. Así, se descartó su viaje a Brisbane, Australia, para participar de la Cumbre del G-20 que tendrá lugar la semana próxima. Allí tenía prevista una reunión bilateral con la presidenta brasileña Dilma Rousseff, recientemente reelecta para un segundo mandato.

Debido a su problema de salud, CFK ya había tenido que cancelar esta semana la visita oficial de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet. Ambas jefas de Estado planeaban conmemorar juntas los 30 años del Tratado de Paz bilateral en un acto en el que mantendrían una videoconferencia con el papa Francisco.

Tanto el encuentro con Rousseff como el que tenía pautado con Bachelet, se llevarán a cabo antes de fin de año, ya sea en alguna de las cumbres por delante (Iberoamericana, en México; Unasur, en Ecuador; o Mercosur, donde CFK será anfitriona, en la ciudad de Paraná) o en viajes ad hoc acordados entre los gobiernos.