Los cinco presidenciables del Frente Amplio Unen, en abril, antes de que estallara la crisis por las alianzas.
Imagen: Pablo Piovano.

“Si Sanz sigue jodiendo, el lunes le van a decir que se vaya.” En ese tono se discute hoy en el radicalismo la posibilidad de un acuerdo con Mauricio Macri para competir en una primaria con el Frente Amplio Unen. Tras haber confesado días atrás que le gustaría medirse con el líder del PRO, el titular del Comité Nacional, Ernesto Sanz, convocó para este lunes a una reunión a la que asistirán unos 70 dirigentes de primera línea del partido con el objetivo de debatir el tema. Llamados a silencio antes del cónclave, varios referentes de peso que adhieren a la candidatura de Sanz marcan por lo bajo sus diferencias con la estrategia del mendocino que “se cortó solo” con sus declaraciones. En paralelo, varios siguen trabajando en acuerdos distritales para juntar a toda la oposición y se prevén dos fotos más con el líder del Frente Renovador, Sergio Massa: la de Nito Artaza en Corrientes y la de Luis Naidenoff en Formosa. Del otro lado, Julio Cobos y Ricardo Alfonsín no esconden sus críticas por la errática política de alianzas del Comité Nacional.

La crítica situación del FA-Unen depende, en gran medida, de lo que suceda el próximo lunes. Los ánimos están bastante caldeados en la UCR luego de meses de indefinición y de marchas y contramarchas respecto de un acuerdo con el jefe de Gobierno porteño. La necesidad de una definición se precipitó tras la entrevista en la que Sanz reconoció su intención de sumar al líder del PRO a la alianza, como viene pregonando reiteradamente Elisa Carrió. La reacción de Macri también avivó la polémica. A diferencia de la distancia que había marcado anteriormente, dijo a través de su página de Facebook que podría confluir con Sanz y con Carrió.

“¿Para qué hicimos Unen entonces si no podía prosperar?”, disparó ayer Alfonsín, ratificando que un acuerdo nacional con el PRO implicaría la ruptura del frente creado el 22 de abril. El diputado por Buenos Aires explicitó además su apoyo a la candidatura de Cobos: “Está planteando la necesidad de mantener Unen y de trabajar con quienes tienen coincidencias programáticas. Lo que están proponiendo los demás, no sólo pone en riesgo a la UCR sino que quita un actor importante de la política nacional, le hacen un daño al sistema político”, afirmó el hijo del ex presidente.

Pero más allá del rechazo de Alfonsín y Cobos, ni siquiera los socios de Sanz, como el jefe del bloque de senadores, Gerardo Morales, acompañan su propuesta. Tampoco otros dirigentes que respaldan su candidatura como el tucumano José Cano o el formoseño Luis Naidenoff. Morales, que semanas atrás levantó la polémica por su foto con Massa, ayer mantuvo un diálogo con Sanz en el Senado. La relación, que en su momento supo ser muy sólida, hoy no atraviesa su mejor momento. En su entorno reconocen que el jujeño no tendría pruritos en acordar con el PRO pero en el marco de “una estrategia inteligente”. De hecho, Morales ya se había reunido con Macri en Jujuy pero el diálogo no llegó a buen puerto y su foto con Massa fue la consecuencia inmediata.

Conscientes de que tienen que hacer un acuerdo en sus provincias con los distintos sectores de la oposición al Frente para la Victoria, muchos de esos referentes radicales están mucho más cerca hoy del Frente Renovador que del PRO. “Tenemos coincidencias con Massa. Puede haber coincidencia si nuestro partido se desperfila hacia la centroderecha”, aseguró ayer Nito Artaza, que recorrerá de la mano de Massa la ciudad correntina de Bella Vista. El senador por Corrientes negó un acuerdo nacional con el PRO ya que “naturalmente representa a las corporaciones”. “Quienes crearon Unen nos pusieron en ese dilema de unirnos a Macri”, indicó al respecto, y pronosticó que el radicalismo “corre el riego de perder toda la representación en las provincias, en las gobernaciones y en las intendencias”. En este contexto, el lunes se verán las caras y se sincerarán las posiciones. No descartan que algún dirigente le pida a Sanz que abandone la presidencia de la UCR si insiste con su postura. Incluso un senador del norte con vasta experiencia en la estructura partidaria se ilusiona con volver a ocupar el despacho del primer piso del histórico edificio de la calle Alsina.