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“Está suspendido”. Con estas palabras, el ministro de Defensa, José Pampuro, admitió ayer que finalmente no se realizará el Aguila III, un ejercicio militar conjunto que generó una interminable serie de tironeos a raíz de la presión de Estados Unidos para obtener inmunidad para sus tropas. El funcionario formuló el anuncio ayer, antes de partir junto a Néstor Kirchner a Mendoza, donde debía realizarse el operativo militar. Además, Pampuro confirmó que el Presidente autorizó la realización de Unitas, un ejercicio naval que se realizará en el mar argentino la semana que viene.
Con la participación de 70 aviones y 1084 efectivos de ocho países, el Aguila III es el ejercicio de fuerzas aéreas más importante de Latinoamérica. La maniobra generó controversias desde un principio, básicamente por la presión de Estados Unidos para que el Gobierno conceda un paraguas de protección legal a sus tropas mientras se encuentran en territorio argentino.
El problema es el carácter de la inmunidad. Estados Unidos planteó la necesidad de que se conceda inmunidad total, pero el Gobierno y el Congreso sólo estaban dispuestos a conceder inmunidad funcional, lo que significa que los participantes tendrían protección legal sólo para aquellos hechos que ocurran durante el ejercicio militar. “Si un extranjero que participa en el ejercicio comete abuso sexual, va preso en el país”, fue la explicación del canciller argentino.
Para que no queden dudas, el jefe del bloque de diputados del PJ, José María Díaz Bancalari, había ofrecido una conferencia de prensa junto al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en la que explicaron la intención oficial.
Pero los tiempos comenzaron a extenderse. En el Gobierno aseguran que fue una decisión de los diputados y senadores, que se negaban a pagar el costo político. Los legisladores, en cambio, acusan Bielsa de cambiar de proyecto y alargar los plazos. En cualquier caso, el Congreso no aprobó la inmunidad para la fecha prevista.
Ayer, Pampuro confirmó que la maniobra estaba suspendida hasta nuevo aviso. Lo dijo en el Aeroparque porteño, antes de partir junto a Kirchner a Mendoza. El momento no fue casual: en Mendoza, la provincia donde debería realizarse el ejercicio militar, se había generado una fuerte oposición de la opinión pública, a la que más tarde se sumó el gobernador, Roberto Iglesias.
Además, el ministro confirmó que Kirchner firmó el decreto que autoriza la realización de Unitas, un ejercicio que se concretará el viernes que viene entre diferentes armadas, entre ellas la estadounidense, y que incluye maniobras navales, submarinas, aeronavales y de infantería de marina.
“Aquí no se requerían inmunidades y no hay un pedido de inmunidad de ninguno de los países participantes, así que se han aprobado como normalmente se ha hecho”, explicó ayer Pampuro, que se refirió así a la principal ventaja del Unitas: a diferencia del Aguila III, un ejercicio que incluye maniobras en aire y tierra, el Unitas se realiza enteramente en el mar, por lo que las tropas que participan no requieren inmunidad de ningún tipo.
Consultado por los periodistas en Aeroparque, el ministro negó que la aprobación del nuevo ejercicio militar se trate de una compensación a los Estados Unidos luego del fracaso del Aguila III. “No es así. Es un ejercicio muy positivo porque permite adiestrar a la Armada en temas importantes de su área”, sostuvo Pampuro.