EL PAíS › GANARON EL SINDICATO DE LA DGI Y NO LOS DEJAN ASUMIR

Al estilo de Luis Barrionuevo

Lo que debió ser un simple recambio en la Seccional Capital de la Asociación de Empleados de La Dirección General Impositiva (Aedgi), se transformó en un enredo judicial, que tiene además claros condimentos políticos. La actual conducción de Aedgi a cargo de Jorge Martínez, hombre vinculado a Luis Barrionuevo, niega la legitimidad de las elecciones internas realizadas el 23 de septiembre en las que luego de casi una década el oficialismo fue derrotado por la Lista Azul y Verde. Jorge Burgos, candidato a secretario general de la lista ganadora, aseguró a Página/12 que “se realizaron impugnaciones que no tienen más fundamentos que intentar demorar la renovación, luego de años con poder absoluto de Martínez y su gente”. El móvil de esta movida, según Burgos, es “no perder el poder de la seccional Capital, para seguir mandando en el gremio y en la obra social de nuestro personal, que tiene un movimiento anual de 20 millones de pesos”.
“Cuando el Ministerio de Trabajo debía proclamarnos como fórmula ganadora, la conducción del gremio impugnó sin ningún fundamento dos mesas en las que no había nada anormal”, explicó Burgos.
–¿Y el que definía era el Ministerio?
–Claro. Luego de estas impugnaciones, Trabajo era el que debía legitimar nuestra victoria. Entonces, fueron a la Justicia y el juez Enrique Brandolino, del Juzgado Laboral 53, al que no sabemos cómo llegó este tema, tomó una medida cautelar para que el Ministerio no se meta.
–¿El juez falló antes de que el Ministerio se expidiera?
–Sí, por la presunción de la actual conducción de que lo podía perjudicar. Y ahora el Ministerio está sujeto a los tiempos procesales. Por eso, nosotros el viernes pasado realizamos una apelación en calidad de tercero perjudicado, porque la medida es directamente contra Trabajo.
–¿Ahora decide la Cámara de Apelaciones?
–Sí, pero en lo que necesitamos certezas es en que la apelación no va a caer en cualquier Cámara. Queremos presenciar el sorteo, porque no queremos un fallo arbitrario, como creemos que fue el de Brandolino.
–¿Cuál es el móvil de esta jugada de la actual conducción?
–Es simple: nosotros deberíamos asumir el 7 de noviembre, y podríamos ejercer un rol protagónico desde la Capital en la reunión del Concejo Superior del Gremio a nivel nacional que se va a hacer el 14 de noviembre. Lo que ellos quieren es, dejando acéfala a la representación de la Capital (que representa el 45 por ciento de los delegados de todo el país), conservar su posición de poder.
–¿Quién es Jorge Martínez?
–Jorge Orlando Martínez es un hombre que viene del menemismo, aunque en la última época se ligó a Rodríguez Saá. Está en la CGT de Hugo Moyano, y a través de la OSME (la obra social de nuestro personal) está vinculado a Luis Barrionuevo.
–¿Es ése el fin real de la disputa, quedarse con la obra social?
–Definitivamente, porque el presupuesto mensual de nuestro gremio es de 250 mil pesos, pero el giro que recibe la obra social por mes es de casi 2 millones. Quieren que esos fondos sigan en las mismas manos. Y de hecho, al frente de la Clínica de la OSME, Martínez puso a tres hombres de Barrionuevo. Son Alejandro Carlos Mascotto, como director general; Edis Buscarons, como director médico, y al contador Héctor Wilde, como director administrativo. Los tres tienen la particularidad de haber sido echados del PAMI por Juan González Gaviola.

Informe: Alfredo Ves Losada.

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