EL PAíS › IBARRA CON LIFSCHITZ, INTENDENTE ELECTO DE ROSARIO
Un apéndice que no es de K
Por Santiago Rodríguez
“Progresista, popular y de centroizquierda.” Esa es la definición que el propio Aníbal Ibarra dio ayer acerca del espacio político que se propone articular, tras una reunión que mantuvo con el intendente electo de Rosario, el socialista Miguel Lifschitz, en la que ambos acordaron avanzar juntos en ese sentido. En el terreno de las definiciones, el jefe de Gobierno porteño explicó también que “queremos construir algo serio que tenga proyección nacional” y aclaró que “no será un apéndice” del gobierno de Néstor Kirchner, sino que en todo caso se comprometerá con la gestión del santacruceño “desde un lugar propio y sin ser una pata funcional”.
Ibarra viene trabajando en la construcción de un espacio político transversal desde que logró su reelección como jefe de Gobierno de la ciudad y cuenta para esa tarea con el visto bueno del propio Kirchner. Al santacruceño le conviene que en su actual condición de socio político, el ex fiscal agrupe a las expresiones del progresismo que no se encuentran contenidas en el peronismo. Por su parte, Ibarra está –como dicen en la misma Jefatura de Gobierno– “condenado a hacer política y no encerrarse únicamente en la gestión”. Es que dentro de cuatro años, cuando concluya su mandato, no tendrá la posibilidad de ser reelegido y su futuro político dependerá de las alianzas que logre tejer en este tiempo.
La construcción de ese espacio político transversal fue precisamente el eje central de la charla entre Ibarra y Lifschitz. La reunión entre ambos se concretó en el despacho del jefe de Gobierno porteño y allí se conversó incluso de la posibilidad de realizar antes de fin de año un encuentro entre los dirigentes de ese sector progresista en formación a fin de avanzar en temas concretos. Por lo pronto, en los próximos días Ibarra viajará a Santa Fe para ver a varios intendentes de esa provincia.
“Se hace camino al andar”, señaló Ibarra al término del encuentro y agregó que por ahora “no se trata de un nuevo partido político”. También ofreció algunas definiciones: precisó que aspira a sumar “a peronistas, radicales, socialistas, frepasistas y todos los que quieran” y explicó que los “únicos límites” son para aquellos a quienes “les resulte indiferente la defensa de la justicia social y los derechos humanos o que apoyen el liberalismo que llevó al país donde estamos”.
Otro punto que Ibarra dejó en claro es que aspira a “ser parte de esta etapa que se abrió en la Argentina” y está “comprometido con Kirchner”, pero que el espacio que se plantea articular no será “un apéndice” del oficialismo. El jefe de Gobierno porteño ya estuvo conversando del tema con el intendente electo de Córdoba, Luis Juez; con el de Morón, Martín Sabbatella; y con el rosarino Hermes Binner y sabe que para avanzar en la construcción que se propone no debe aparecer tan pegado a Kirchner.