EL PAíS › CARRIO DIJO QUE NO HABRIA VOTADO A FAVOR DE ZAFFARONI
Una curiosa cuestión moral
La líder del ARI justificó su posición en las supuestas desprolijidades que habría cometido el jurista en la declaración de sus bienes. El intento de diferenciarse del Gobierno.
En un nuevo gesto de diferenciación con el Gobierno, la líder del ARI, Elisa Carrió, aseguró que no habría votado el pliego de Raúl Zaffaroni para la Corte Suprema de Justicia. “Hubiera querido, pero no hubiera podido, por una cuestión moral”, señaló la chaqueña, que justificó su posición en las supuestas desprolijidades que habría cometido Zaffaroni en su declaración de bienes.
En declaraciones anteriores, Carrió había aplaudido la decisión de Néstor Kirchner de proponer a Za-ffaroni como reemplazante de Julio Nazareno en la deprestigiada Corte Suprema. Ayer, la chaqueña comenzó su explicación sobre el tema rescatando la figura del ex frepasista. “Yo apoyé a Zaffaroni y me parece uno de los más extraordinarios juristas. Apoyé su nominación ciegamente. Lo quiero, es un jurista extraordinario”, sostuvo la diputada a Radio Continental.
Carrió fundamentó su cambio de postura en la difusión de la declaración de bienes de Zaffaroni, que fue acusado por sectores conservadores de acumular deuda con el Estado por cuestiones previsionales e impositivas.
“Yo no sabía algunas cosas que, de ser absolutamente ciertas, yo le hubiera pedido a Zaffaroni que retirara su postulación. Si es verdad ese incumplimiento, le hubiera pedido que retirara su postulación, y no lo hubiera podido votar”, señaló la líder del ARI. Y, cuando le preguntaron cuál hubiera sido su actitud en caso de tener que evaluar el pliego, fue contundente. “No lo hubiera votado”, señaló la chaqueña.
Con su postura, Carrió se suma a los impugnadores del pliego de Zaffaroni, que fue objetado por dirigentes conservadores como Ricardo López Murphy, por sectores de la Iglesia y por instituciones identificadas con el menemismo y la derecha, como la misteriosa Fundación Bicentenario, que encabezó una feroz campaña contra el ex legislador con una larga serie de solicitadas en los diarios.
Ayer, la propia chaqueña reconoció el dilema. De cumplir con sus declaraciones (y si en lugar de ser diputada hubiera sido senadora), habría votado en sintonía con los legisladores menemistas, los de los partidos provinciales alineados con López Murphy y un puñado de radicales que esbozaron argumentos formales para oponerse al pliego de Zaffaroni. “Hubiera sido muy difícil la votación, porque los grupos más reaccionarios estaban impugnando. Gente que no tiene autoridad moral de ningún tipo. Sin embargo, creo que en estos momentos hay que estar con la verdad”, reconoció ayer Carrió.
La afirmación de ayer es un nuevo gesto de diferenciación de Carrió con el gobierno nacional. A partir de la asunción de Kirchner, y del giro al centroizquierda que el Presidente le imprimió al primer tramo de su gestión, Carrió buscó algunos ejes para marcar contrastes con el Gobierno: hasta ahora, mencionó la relación de Kirchner con los medios, la selección de aliados nacionales (como Eduardo Duhalde) y provinciales (como Felipe Solá o Gildo Insfrán), una supuesta voluntad hegemónica por parte del Presidente y algunos aspectos de la política económica. Con la declaración de ayer, la chaqueña sumó un nuevo elemento de diferenciación, aunque la postura la ubique en sintonía con sus peores enemigos.