El justicialista Jorge Abel Fernández es intendente de la ciudad bonaerense de Lincoln desde hace 12 años y no descarta pelear en octubre su cuarto mandato consecutivo. Kirchnerista de la primera hora, se jacta de haber sido uno de los primeros en apoyar la candidatura presidencial de Daniel Scioli. Proviene de la misma sección electoral que Florencio Randazzo y Julián Domínguez, pero abrazó, apenas oficializada, la precandidatura a gobernador de Aníbal Fernández. En diálogo con Página/12 destaca la diversidad de dirigentes que se candidatean en el Frente para la Victoria y cita a Yupanqui porque “mientras tengan cuero pa’aguantar” todos los dirigentes que quieran ser candidatos pueden serlo dentro de su partido.

–¿Cuáles son sus candidatos para las próximas elecciones provinciales y nacionales?

–Como intendente de la provincia fui uno de los primeros en decir “Scioli presidente”, porque me parece un hombre con mucho tino, con la mayor cuota de sopeso posible como para llevar adelante las políticas encauzadas por el gobierno nacional, para profundizar el modelo y para generar un desarrollo con creación de empleo. Y para mí el candidato a gobernador es Aníbal Fernández. No solamente porque es con quien tengo mejor diálogo, sino porque tengo una relación de afecto personal con él desde hace muchos años. Además creo que es una de las personas que puede acompañar en la provincia de Buenos Aires el proceso del próximo presidente, que va a ser Scioli, en función de sostener todas las políticas de inclusión y de progreso para la comunidad que ha tenido este gobierno.

–Antes de que Aníbal Fernández lanzara su candidatura en la provincia usted había acompañado a Julián Domínguez. ¿Qué pasó?

–Yo pertenezco a la cuarta sección electoral de Buenos Aires, de donde son los compañeros Florencio Randazzo (de Chivilcoy) y Julián Domínguez (de Chacabuco). He participado del acuerdo político que existía entre ambos referente a dos líneas seccionales durante alrededor de diez años. En la última elección fui tomando distancia de estas corrientes y tomé la decisión de acompañar hasta el 27 de octubre como un soldado y después cada cual tomó la decisión que tenía que tomar. Ellos consideraron que no teníamos la afinidad que se necesitaba para integrar la misma propuesta y yo consideré que a lo mejor podíamos colocarnos dentro de otro proyecto político: en este caso, el de Aníbal en la provincia de Buenos Aires y el de Scioli a nivel nacional.

–¿Cree que los candidatos que apoya son los que mejor representan el proyecto del Frente para la Victoria?

–No jugaría nunca con nadie solamente por creer que son los que tienen más posibilidades de ganar, sino con aquellos con los que me siento identificado. Me siento identificado con Aníbal Fernández porque es un hombre que representa a la gran masa del peronismo en la provincia de Buenos Aires y con Scioli porque es el hombre que tiene el sopeso de la vida como para poder equilibrar y sostener todo lo que hemos conseguido.

–¿Cómo ve la interna del Frente para la Victoria?

–Bien. Todos los compañeros tienen todo el derecho de poder expresar lo que sienten y poder expresar también que quieran proponerse como candidatos a presidente. Yo sostengo que el hombre que está en la vida pública y dice que no quiere ser presidente al menos por un minuto, está mintiendo. Todos tienen el derecho adquirido por haber trabajado, por mucho esfuerzo.

–¿Tantas candidaturas no arruinan la estrategia del partido como se planteó en el congreso del PJ?

–Quizá sí, porque a lo mejor pueden confluir en dos fórmulas. Ahora, si vos tenés unas PASO que te permiten ser candidato y vos creés, como decía Atahualpa Yupanqui, que tenés cuero pa’ aguantar, me parece que está bien que puedas jugar. Es decir, dentro de un marco de disciplinas internas, los partidos políticos deben permitirle a cada uno de sus hombres generar sus propias expresiones.

–En 2013, Sergio Massa ganó ampliamente en las elecciones legislativas en la provincia. ¿Esta ventaja se mantiene o se ha revertido?

–Creo que se ha revertido. El que haya ganado Sergio Massa fue un llamado de atención para el Frente para la Victoria: si sus intendentes trabajaban ocho horas, comenzaron a trabajar 16, y eso le ha permitido volver a reinstalar una situación, no voy a decir de privilegio, pero sí de una buena performance ante todo el electorado de la provincia de Buenos Aires.

–Luego de 12 años como intendente de Lincoln, ¿qué rescata de su gestión?

–Yo he hecho muchas cosas, pero creo que las cosas más importantes y más lindas que pude hacer son quizá las que no se ven. Todo lo que tiene que ver con cloaca, con agua, con la prevención en la salud. Hemos hecho mucha obra pública también: cordón cuneta, pavimento, espacios verdes, pero esa es una cuestión mucho más fría.

–¿Quiere ser intendente de nuevo?

–La verdad que no lo tengo definido. Voy a estar donde la política me lo indique, no donde yo realmente considere que tengo que estar. A veces uno quiere una cosa y tiene que hacer otra.

Entrevista: Delfina Torres Cabreros.