El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, que el domingo fue reelecto por amplia diferencia para un próximo mandato provincial con la Alianza Juntos Somos Río Negro, aseguró que no respaldará a ningún aspirante presidencial en las elecciones nacionales de octubre. “No voy a apoyar a ningún candidato presidencial porque sería incoherente con lo que hemos construido ayer, un movimiento político provincial para el norte de la Patagonia, junto al Movimiento Popular Neuquino”, dijo Weretilneck, comparando la triunfante pero novel alianza rionegrina que encabezó con el MPN que gobierna la vecina provincia de Neuquén (a excepción de los golpes militares) desde su creación –por dirigentes peronistas proscriptos– en la década del ’60.

Weretilneck –que asumió la gobernación de la provincia tras la muerte del gobernador electo Carlos Soria el 1º de enero de 2012– tuvo el domingo en las urnas la ratificación de su continuidad como gobernador: se impuso con el 52,7 por ciento de los votos y con 19 puntos de diferencia sobre el candidato del oficialista Frente para la Victoria, el senador nacional Miguel Pichetto, que sumó el 33,9 por ciento de los sufragios.

“Estoy muy contento”, sostuvo Weretilneck, que de todas maneras se mostró cauto a la hora de evaluar su contundente triunfo y evito proyectarlo a nivel nacional. “Se trató de una elección provincial”, remarcó ayer en una entrevista radial. “No sería tan irrespetuoso de querer orientar la opinión de la gente al votar, porque acá no votaron contra nadie, sino a favor de un candidato”, dijo para evitar que desde algún espacio opositor se quieran apropiar de su triunfo provincial y agregó que “el pueblo no vota agregados del gobierno nacional, sino que vota gobernadores”.

Detrás de Weretilneck y Pichetto, se ubicó en tercer lugar la también senadora nacional María Magdalena Odarda (Alianza Frente Progresista por la Igualdad y la República) con el 10 por ciento de los votos provinciales, y en el cuarto puesto el ex gobernador radical Horacio Massaccesi, con el 3 por ciento, que ayer renunció a la presidencia de la UCR rionegrina tras su pobre performance electoral (ver aparte).

El gobernador electo, Weretilneck, viene del Frente Grande y como aliado del peronismo rionegrino fue el compañero de fórmula de Soria en la elección que en 2011 rompió con la hegemonía radical, la fuerza que gobernó la provincia desde el regreso a la democracia en 1983. Con la trágica muerte de Soria, a apenas veinte días de asumir, Weretilneck asumió la gobernación para completar el mandato y al poco tiempo comenzó a diferenciarse del sector pejotista que comanda Pichetto y en 2013 terminó de romper con el oficialismo nacional. Entonces se acercó al Frente Renovador de Sergio Massa, pero luego fue uno de los dirigentes que se apresuró a alejarse del massismo para impulsar su propio proyecto político de expreso corte provincial, con el que el domingo consiguió la gobernación de Río Negro.

“No voy a responder a ningún candidato porque sería incoherente con lo que pasó ayer (por el domingo): ayer hemos construido un movimiento político provincial”, afirmó el gobernador en declaraciones radiles al tiempo que destacó que piensa “consolidar un proyecto provincial que acentúe el federalismo”. “Con el Gobierno tengo cosas que me unen y otras cosas que me complican”, remarcó Weretilneck sobre su relación con el Ejecutivo nacional y puntualizó como reclamo “que Río Negro es la única provincia a la que le están cobrando deuda”.

Tras su victoria en 30 de las 39 localidades rionegrinas, el gobernador consiguió mayoría y quórum propio en la Legislatura provincial (26 bancas sobre un total de 46) que lo acompañará en los próximos cuatro años de gestión. En tanto, el Frente para la Victoria obtuvo 17 escaños, el Frente Progresista tendrá un bloque de dos diputados y la UCR logró una sola banca. Mientras que el PRO, que no presentó formula amarilla a la gobernación pero compitió con lista propia para la legislatura, no consiguió ningún representante.