Fernando “Nando” Acosta y Hugo “Cachorro” Godoy se disputaban anoche la conducción de ATE.

La elección para renovar autoridades en la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) mantenía anoche incertidumbre sobre su resultado. Mientras el oficialismo encarnado en la fórmula de Hugo “Cachorro” Godoy y Julio Fuentes se declaró ganador “por más de diez mil votos” antes de que finalice el conteo, el dirigente jujeño Fernando “Nando” Acosta, quien se presentó por la lista Verde y Blanca, aseguró a Página/12 que estaban “ganando en las provincias más importantes, seguro es que ganamos”. Al mismo tiempo, Acosta anunció que “se presentarán impugnaciones en Buenos Aires, porque en algunos municipios no se permitió la fiscalización”, denunciando un posible fraude en el territorio que domina Godoy desde hace años. En la ciudad de Buenos Aires se desmarcaba la lista Verde y Blanca que llevaba a Daniel Catalano como candidato y se encaminaba a cambiar de manos la conducción del gremio estatal.

“Entendemos que la diferencia que nos dan los votos del interior son suficientes como para ganar la elección, a pesar de que en Buenos Aires nos impidieron la fiscalización en algunas zonas importantes”, afirmó a este diario Acosta todavía con el conteo de votos en marcha, sin declararse ganador, pero con las cifras que le enviaban sus fiscales en la mano dándole sustento. Dos horas después de finalizada la jornada de votación, el candidato de la oficialista lista Verde ya se había declarado ganador “por diez mil votos”, aunque sin datos oficiales de la Junta Electoral, declarándose triunfador y dando continuidad a la conducción del sindicato a nivel nacional. “Estoy orgulloso de la nueva demostración de democracia interna que hemos dado los trabajadores, quienes con su voto frenaron cualquier intento gubernamental de enturbiar el proceso comicial”, señaló Godoy luego de proclamarse ganador.

La histórica lista Verde de ATE fue dividida en dos espacios políticos a nivel nacional. Mientras la lista que encabeza Godoy responde al espacio político de uno de los dirigentes fundadores de la Central de Trabajadores Argentinos, Víctor De Gennaro, embarcado en la actualidad en el desarrollo de su propio partido político, la Verde y Blanca contiene a un espacio en el que se mezclan kirchneristas e integrantes de distintos partidos políticos y organizaciones sociales. La ruptura está centrada en la crítica de parte de los opositores al vuelco de los recursos económicos hacia el Unión Popular, el armado electoral de De Gennaro que milita en la oposición al kirchnerismo. Del otro lado los dirigentes ven con buenos ojos el desarrollo del rol del Estado a partir del modelo en marcha en el país desde 2003.

“Estamos ganando por amplio margen en distritos como Jujuy, Salta, Tucumán, Tierra del Fuego, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Mendoza y Neuquén”, señaló Acosta, marcando los puntos fuertes en los que su lista se asentó para “marcar una diferencia que nos asegura la victoria”. Por otro lado el dirigente gremial apuntó que “en la provincia de Buenos Aires la elección es reñida”, a la vez que anticipó que presentarán impugnaciones porque en municipios como “José C. Paz, La Matanza, Ezeiza, Azul Mar del Plata, Bahía Blanca y Patagones, entre otras, se dieron actitudes patoteriles por parte del oficialismo que incluyeron la expulsión de algunos fiscales de la Verde y Blanca”. El dirigente jujeño anticipó que “ya se hicieron las denuncias. A pesar de que creemos que vamos a ganar, nos importa mucho que los bonaerenses puedan tener el derecho a elegir con libertad a sus dirigentes” y puso el ojo sobre “las urnas volantes que manejó discrecionalmente el oficialismo sin contar con nuestros fiscales”, como uno de los puntos observados.

Del padrón de 254 mil trabajadores estatales afiliados al gremio participó aproximadamente el 50 por ciento en todo el país. La lista Bermellón que impulsa la izquierda y llevaba a Raquel Blas como candidata quedó relegada por la polarización entre los antiguos aliados verdes, aunque logró revalidar en su seccional, quedando al frente por un nuevo mandato en Mendoza.

En la ciudad de Buenos Aires, tres listas se disputaban la conducción del gremio. Al cierre de esta edición todo parecía encaminarse a una victoria de la Verde y Blanca con Catalano a la cabeza de un espacio que supo apoyarse en la fuerza de la juventud, además de la experiencia de algunos de los dirigentes. “Vamos a darle el protagonismo al laburante. Se deja de definir la política del gremio entre cuatro paredes y se le vuelve a dar voz a los trabajadores”, aseguró a este diario el dirigente, uno de los que fue perseguido y judicializado por el gobierno macrista por defender a los trabajadores y los internos del Borda en una represión de la Policía Metropolitana. De confirmarse el resultado, el gran perdedor de la elección sería Pablo Micheli, líder de la CTA Autónoma, que con su acercamiento a la CGT de Hugo Moyano y al gastronómico Luis Barrionuevo licuó su influencia en ATE y parecía quedarse con nada al final de la jornada.