Dos horas después de jurar como jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta recibió el bastón de mando de manos de Mauricio Macri. Lo levantó en alto para que las cámaras lo enfocaran y señaló que en la empuñadura tenía una pareja que se abraza: “Lo encargamos así porque queremos promover la cultura del abrazo y el consenso”, agregó. Fue el cierre de una larga jornada de asunción muy lavada de contenido político, pero en la que el nuevo intendente de la Ciudad de Buenos Aires se comprometió a trabajar por la “felicidad” de los vecinos.

Rodríguez Larreta encabezará el tercer mandato consecutivo de gobierno PRO en la Ciudad, después de haber sido jefe de Gabinete de los dos primeros.

Contra lo esperable, en la jura no hubo clima de festejo. La movilización de agradecimiento a la presidenta Cristina Kirchner en la Plaza de Mayo, que se realizaba en el mismo momento y a sólo una cuadra de distancia de la Legislatura donde Rodríguez Larreta prestaba juramento tal vez hayan contribuido a opacar los actos, especialmente el de la jura ante la Legislatura. Al interior del recinto no llegaban los ruidos de la calle, pero en los pasillos, durante la espera para ingresar, se podía oír el paso de los bombos.

En el recinto hubo bancas vacías en el sector de la oposición y un pullman colmado por los jóvenes del PRO. María Eugenia Vidal presidió la sesión como jefa de la Legislatura. Con un vestido celeste, la gobernadora electa se sentó a la derecha de Rodríguez Larreta. Frente a ellos, en la primera fila se ubicó Gabriela Michetti, antigua rival del nuevo jefe de gobierno en la interna porteña de Cambiemos. La vicepresidenta electa siguió con atención todo el discurso, aunque aplaudió poco. Y más tarde, en el traspaso de los atributos de mando, no subió al escenario.

“La gestión de Mauricio Macri fue la mejor en la historia de la Ciudad”, sostuvo ante los legisladores Rodríguez Larreta, que a lo largo del día insistió en subrayar el escenario inédito de que una misma fuerza política gobierne la Ciudad, la provincia de Buenos Aires y la Nación. En este sentido, consideró que a él le tocará “hacer el doble” que a su antecesor porque está ante “una oportunidad” que abrirá puertas.

De la misma manera, el nuevo jefe de gobierno dijo que buscará tener una mirada “más metropolitana” de la Capital Federal, articulando con Vidal en la provincia políticas de seguridad y para el transporte público. La galería alta –el “pullman” de la Legislatura–, colmada por jóvenes PRO, hubo mayoría de seguidores del vicejefe Diego Santilli, que le pusieron un toque de color a la sesión cuando en el cierre tiraron sobre los legisladores una lluvia de papelitos.

De allí, Rodríguez Larreta se trasladó la centro cultural La Usina del Arte, en La Boca, para recibir su bastón. El dirigente hecho el discurso de la Legislatura a las apuradas y en un tono bajo, como un escribano que despacha un acta. Casi sin levantar la mirada del papel, le llevó apenas diez minutos terminarlo. En La Usina, en cambio, logró distenderse mucho más, improvisó unas palabras y tomó juramento a su nuevo gabinete en un tono descontracturado.

En los palcos no había barras con militancia, pero sí se acercaron al lugar algunas presencias mediáticas, como la del conductor y aspirante a dirigir la AFA, Marcelo Tinelli.

“La Ciudad está en grandes manos, Horacio y Diego son comprometidos y buena gentes”, dijo Macri en un breve discurso luego de entregarle el bastón. A su vez, Rodríguez Larreta elogió la tenacidad de Macri en impulsar “proyectos que a priori parecían muy complicados, como el Metrobus, la mudanza de la municipalidad a Parque Patricios, el voto electrónico o la creación de la nueva policía” Metropolitana.

Entre los temas de su agenda, el nuevo jefe de gobierno porteño puso al traspaso de la Policía Federal a la Ciudad –un viejo deseo PRO, que se concretará con el pase de las 54 comisarías, su personal y los fondos presupuestarios, que serán absorbidos por la Metropolitana–, y la urbanización de villas –los terrenos donde está asentada la villa 31 también pasarán a la Ciudad.

“Vamos a continuar la revolución del transporte”, aseguró en los ítems de su programa, al referirse a junto con Vidal implementarán 6 metrobuses interurbanos “para que venir en colectivo a la ciudad sea la mejor opción”. El acto cerró con la toma de juramento al nuevo gabinete porteño. Bruno Screnci es el nuevo ministro de Gobierno; Hacienda será ocupado por Martín Mura; Educación, por Soledad Acuña; y Justicia y Seguridad, por Martín Ocampo. Darío Lopérfido juró como titular de Cultura, mientras que Salud quedó a cargo de Ana María Bou Pérez y Desarrollo Urbano y Transporte, de Franco Moccia.