La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner partió ayer por la tarde, en clase turista de un vuelo comercial de Aerolíneas Argentinas, rumbo a Río Gallegos, donde participó de la asunción de la gobernadora electa de Santa Cruz, Alicia Kirchner. Antes de partir, fue recibida en el Aeroparque Metropolitano por cientos de militantes que fueron a darle una última despedida, munidos de banderas. Por la mañana, CFK había mantenido un breve contacto con la prensa al ingresar a su departamento en el barrio de Recoleta. Allí fue consultada por cómo se sentía tras culminar su mandato. “Bien, normal”, contestó.

La ex jefa de Estado arribó alrededor de las tres de la tarde al Aeroparque, acompañada por su secretario de Legal y Técnica y ex candidato a vicepresidente, Carlos Zannini; su hijo, el diputado Máximo Kirchner, junto a su familia; su hija, Florencia Kirchner, y otros colaboradores cercanos y allegados que viajaron junto a ella a Santa Cruz, como el diputado Eduardo “Wado” de Pedro y el ex titular de Aerolíneas Argentinas Mariano Recalde.

La pequeña comitiva se encontró con los manifestantes, y Fernández de Kirchner, subida a una tarima improvisada, saludó a algunos de ellos y dijo que no pudo “ver nada de la asunción de Macri” por estar “a las corridas con los preparativos del viaje”. Los militantes que cantaban “ohhh vamos a volver” y mostraban carteles de confección casera y una enorme bandera con la frase “Gracias Néstor y Cristina”.

Según indicaron medios santacruceños, al llegar a Río Gallegos la ex mandataria rechazó una propuesta de la Policía Aeroportuaria para habilitarle una salida alternativa por un costado de la pista, y decidió salir a través de la manga y el pasillo, al igual que el resto de los pasajeros. Tanto arriba del avión como al bajar en la terminal sureña, la mandataria retribuyó saludos y se tomó fotos, aunque no dio más declaraciones.

Fernández de Kirchner había concluido su mandato en la medianoche del miércoles a causa de una medida cautelar dispuesta por el Poder Judicial a pedido de su sucesor, Mauricio Macri. Antes había hecho su último acto público en la Casa Rosada, descubriendo un busto del ex presidente Néstor Kirchner, y luego brindado un último discurso ante una Plaza de Mayo repleta de militantes que se acercaron a darle una última despedida.