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El ex jefe de Operaciones de la SIDE, Horacio Antonio Stiuso, declarará por segunda vez en la causa por la muerte del fiscal Alberto Nisman. Será mañana, alrededor de las 10 de la mañana, en el juzgado de Fabiana Palmaghini. En el macrismo hay expectativas de que Stiuso declare contra el anterior gobierno, entre otras cosas porque la administración de Cristina Fernández de Kirchner lo sacó de su puesto y también porque siempre tuvo un vínculo estrecho con Sandra Arroyo Salgado, la ex esposa del fiscal. Sin embargo, pese al pronóstico, parece difícil que cambie demasiado su declaración anterior.

En febrero del año pasado, Stiuso fue testigo ante la fiscal Viviana Fein. En ese momento se desvinculó de casi todo lo que tenía que ver con Nisman, pese a que ambos eran íntimos colaboradores. Lo más llamativo de aquella declaración es que el fiscal lo llamó cuatro veces entre el viernes 16 y el sábado 17 de enero de 2015, justo antes de que Nisman apareciera muerto. Stiuso dió un argumento muy poco creíble: que no escuchó los llamados porque tenía el celular en vibrador. No explicó por qué no le devolvió los llamados.

En su testimonio, Jaime, como le decían a Stiuso en la SIDE, dijo que no trabajó en la denuncia de Nisman contra CFK, que no estuvo de acuerdo con esa denuncia y que le hubiera aconsejado que no la presente. Negó conocer a Diego Lagomarsino y afirmó que no sabía nada de la muerte del fiscal. “Me sorprendió”, fue su comentario.

Después de declarar, Stiuso se fue a Estados Unidos y se recluyó en un resort, Portofino, en La Florida. En este año siguió contactado con los sectores de los servicios de inteligencia norteamericanos e israelíes con los que siempre mantuvo estrechas relaciones. El propio Nisman reportaba a la Embajada de Estados Unidos como lo probó el periodista Santiago O’Donnell en su libro Argenleaks, en el que transcribió los cables secretos de la delegación diplomática desclasificados por la organización Wikileaks.

Meses después del testimonio de Stiuso, la fiscal Fein recibió un entrecruzamiento de llamadas realizado por la división Fraudes Bancarios de la Policía Federal. De allí surgen llamadas, realizadas aquel domingo 18 de enero de 2015, en las que participan Stiuso; su mano derecha, Alberto Massino; otro hombre de la ex SIDE, Fernando Pocino; el ex jefe del ejército, César Milani; el ex titular de la Bonaerense, Hugo Matzkin, el fiscal CArlos Stornelli y el ex subsecretario de Inteligencia, Juan Martín Mena. Según señalan algunos de los que participaron de esas comunicaciones, las llamadas tenían que ver con la denuncia hecha por Nisman contra CFK y la visita del fiscal al Congreso, la desaparición de un misil del Ejército en una unidad de La Plata y el peligro de una guerra de barrabravas de River y de Boca en Mar del Plata.

Es probable que a Stiuso le pregunten por aquellas llamadas –no faltan quienes sospechan que supo de la muerte del fiscal antes de encontrarse el cuerpo– y le insistirán en preguntarle por qué no le atendió el celular a Nisman en todo el fin de semana.

Por supuesto que el ex espía puede despacharse con nuevas versiones y acusaciones contra la administración kirchnerista. Sin embargo, quienes lo conocen afirma que la venganza no vendrá en esta causa sino en otras.