Roberto Baradel, del gremio bonaerense Suteba, anunció en conferencia de prensa el inicio de clases.
Imagen: DyN.

Tras una semana de negociaciones a contrarreloj, mañana empezarán las clases tanto en provincia de Buenos Aires como en Capital Federal. Los nubarrones se disiparon luego de que el ministro de Educación, Esteban Bullrich, oficializara el jueves a la noche la oferta del 40 por ciento de aumento para el salario inicial a nivel nacional, lo que fue considerado como un triunfo por los gremios, que lograron romper el techo del 25 por ciento que había fijado el propio presidente Mauricio Macri una semana atrás. La postergada firma del acta por parte de Bullrich, aceptada el viernes por los cinco gremios nacionales reunidos en congreso de delegados, abrió el dique (tarde) para las paritarias en los dos principales distritos, provincia y capital, que venían trabadas desde principios de febrero, cuando las administraciones de María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta ofrecían un magro 24 y 22 por ciento respectivamente. Ante la amenaza de medidas de fuerza, ambos terminaron por ceder y subieron la oferta más de diez puntos, aunque el conflicto sigue abierto. Suteba y la FEB evaluaron ayer que la oferta de Vidal es aceptable, pero exigirán que la paritaria siga abierta y atada a la inflación. En capital, la propuesta fue considerada “insuficiente como para ser aceptada”, aunque “mínima como para asegurar el inicio de clases”, explicó el secretario general de UTE-Ctera, Eduardo López.

En provincia, el acuerdo implica un 34,6 de aumento en tres tramos, que llevará el salario inicial a 9801 pesos a partir del 1º de julio. “Estoy contenta y satisfecha de anunciarles que el lunes empiezan las clases y que millones de familias van a poder llevar a sus hijos a la escuela el lunes”, dijo Vidal, mostrando el acuerdo como el triunfo “de un trabajo conjunto que empezó el 16 de diciembre”, día en que recibió por primera vez a los docentes. Sin embargo, los gremios condicionaron la aceptación de la propuesta a que las paritarias sigan abiertas y se incorpore una cláusula que permita monitorear la inflación, al tiempo que criticaron que el ofrecimiento haya llegado en el anteúltimo día hábil antes del inicio de clases. “La gobernadora nos convocó apenas asumió, lo cual es un gesto que destacamos, pero se perdió todo enero y buena parte de febrero mientras especulaba, como lo hicieron otros gobernadores, con el congelamiento de la paritaria nacional”, definió el secretario general de Suteba, Roberto Baradel. “Tanto, que firmaron el acta dos horas después que lo haga la nación”, describió.

El gremio Udocba, de menor magnitud, rechazó la propuesta, pero resolvió de todas formas comenzar acudir el lunes a las aulas. Mientras que el sector disidente dentro de Suteba, que conducen sectores de izquierda, rechazó de plano “las migajas de Macri y Vidal” y aseguraron que en algunas escuelas de Quilmes, La Plata, La Matanza y Tigre habrá maestros que no concurran a clase el lunes y se plegarán a la movilización pautada por los municipales de ATE hacia la gobernación.

Suteba presentará el lunes la exigencia de incorporar al acta la cláusula que deje abierta la mesa paritaria para definir nuevos aumentos de acuerdo a la inflación. “A principios de febrero teníamos sobre la mesa el tarifrazo de luz y el acumulado de aumentos de noviembre a enero. Ahora, tenemos por delante los aumentos del gas y la modificación de Ganancias, que afecta a varios compañeros”, graficó la secretaria gremial de Suteba, María Laura Torres. Otro de los puntos a discutir en adelante será la creación de una comisión específica “para trabajar en la escala docente y evitar que todos los años terminamos sólo discutiendo el aumento, que es una frazada corta”, explicó Baradel.

“El conflicto está abierto y el techo, perforado”, definió López, de UTE, para describir la situación en Capital. El ofrecimiento del gobierno de Larreta fue del 35,6 por ciento en tres tramos para el mínimo, que trepará de los 8385 actuales a 11.372 en julio. Para los docentes con antigüedad, la suba en promedio es del 33,7 por ciento. “Es lo mínimo para empezar, por eso habrá clases. Pero la oferta fue rechazada. Si llegaba al 40, se aceptaba; si era más baja que lo que finalmente ofrecieron, íbamos al paro”, resumió López. A diferencia de Buenos Aires, el acta de Capital contiene, en su punto final, la cláusula de ajuste por inflación, que garantiza que las negociaciones sigan abiertas y con agenda definida. La semana que viene, seguirán las discusiones, a las que UTE llevará como reclamos complementarios la apertura de nuevas de vacantes y el empoderamiento de los equipos de orientación escolar.

En paralelo al anuncio del acuerdo en conferencia de prensa, desde UTE adelantaron que convocarán a una movilización en conjunto con ATE para marzo, aún sin fecha definida, bajo la consigna “no a los despidos, no al techo a las paritarias”. Los gremios coinciden en que la movilización convocada por ATE a Plaza de Mayo el miércoles pasado, que nucleó a trabajadores estatales y también del sector privado, hizo que “Macri tomara nota” de la inconveniencia de extender los conflictos en el tiempo.

Informe: Matías Ferrari.