La dirigencia de Nuevo Encuentro le reclamó a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el “compromiso” del gobierno nacional con la investigación sobre el ataque a balazos contra militantes del partido que tuvo lugar el pasado fin de semana, en Villa Crespo, y que resultó con dos jóvenes heridas. También responsabilizó por el hecho a “las más altas esferas” del Ejecutivo por “generar una violencia verbal y discursiva en contra de la militancia y del proyecto kirchnerista que luego derrama en violencia institucional y política”, contó a Página/12 el titular de la agrupación, Martín Sabbatella. “Son ellos los que generan un contexto en el que alguien puede sentirse habilitado a hacer semejante cosa”, concluyó. Sabbatella se reunió con Bullrich, junto a los referentes porteños del espacio Gabriela Cerruti, José María Campagnoli y Andrea Conde, y del jefe del bloque del Frente para la Victoria en la Legislatura porteña, Carlos Tomada. La ministra “tomó nota” del pedido que Nuevo Encuentro le realizó acerca de la “necesidad” de un rechazo público del ataque por parte del Presidente, que llegó anoche a través de un escueto comunicado oficial, luego ampliado por el propio Mauricio Macri desde las redes sociales.

La reunión, solicitada por Sabbatella a primera hora del domingo, tuvo lugar a media tarde de ayer. Bullrich estuvo acompañada por el secretario de Seguridad Interior, Gerardo Milman. Ambos escucharon los tres ejes que les planteó la cúpula de Nuevo Encuentro. En primer lugar, “el pedido de compromiso del Gobierno para poner todas las herramientas que tuviera a su alcance a disposición de la investigación”, puntualizó Sabbatella en diálogo con este diario. “Le pedimos que era fundamental para la democracia que este hecho se esclareciera rápido y que no quedara impune y en eso la ministra se comprometió, algo que nos parece positivo. Esperamos los resultados”, advirtió. Hoy, Nuevo Encuentro se presentará como querellante en la causa que lleva el juez de instrucción Manuel Gorostiaga bajo la carátula “Disparo de arma de fuego y lesiones”. Durante los trabajos de ayer se encontró un casquillo de bala más, que se suma a los dos que ya permanecen como prueba. Nuevo Encuentro pedirá el cambio de carátula a “tentativa de homicidio”.

El reclamo de una declaración oficial de Macri sobre el asunto llegó en segundo lugar. “Dada la gravedad de la situación, estamos hablando de un intento de homicidio, Macri tendría que condenar enérgicamente este acto de violencia política que lesiona la democracia”, dijo Sabbatella, quien informó que la ministra “tomó nota” del pedido. Anoche un comunicado de Presidencia informó que Macri “repudió” el ataque. Sin más detalles ni evaluaciones. Pasadas las 21.30, desde la cuenta de Twitter de Macri se añadió: “Toda mi solidaridad con las dos militantes de Nuevo Encuentro heridas de bala el fin de semana y mi repudio a este violento ataque”.

El encuentro entre Bullrich y Sabbatella culminó con el planteo de “una gran preocupación” por parte de los referentes kirchneristas porque “se está generando un clima de violencia política, un clima de revancha, en donde hay una responsabilidad del discurso oficial”, apuntó Sabbatella. “El discurso violento que estigmatiza a la militancia provoca en algunos individuos un aval que los empuja a cometer estos actos”, añadió Cerruti. “Se estigmatiza a la militancia asociándola a vagos, ñoquis, corruptos, que llegan al Estado para tomarlo como botín de guerra. Hay ministros que hablan de la grasa militante como algo que hace daño y que hay que eliminar.”

Tras la reunión, la ministra expresó su “enérgico repudio” al ataque a balazos que sufrieron unos 400 militantes de Nuevo Encuentro, reunidos el sábado a la noche en Villa Crespo a propósito de la inauguración de un local partidario dirigido por Campagnoli. “Trabajaremos fuertemente para que se esclarezcan los acontecimientos y se identifique a los agresores. De ninguna manera podemos aceptar que exista violencia política en el país”, añadió Bullrich a través de un comunicado.

Al respecto, Campagnoli evaluó como “muy importante” que tanto el gobierno nacional como el de porteño “tomen cartas en el asunto”: “Hay que dar una señal muy fuerte de que los violentos no gozan de impunidad”. Por su parte, Conde abogó por que la promesa de Bullrich de esclarecer el caso “no quede solo en palabras”: “A diferencia de lo que ella expresó, nosotros creemos que esto no fue un hecho aislado sino que se enmarca en un clima de demonización de la militancia”. Hoy los recibirá el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.