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Elisa Carrió rompió el silencio que se había impuesto en torno de la designación de Graciela Ocaña al frente del PAMI. “No salí a criticarla porque no quiero dañar a nadie”, explicó la jefa del ARI y le deseó suerte en su nueva tarea, pero insistió en que el nombramiento en la obra social de los jubilados de quien fuera su mano derecha es parte de una estrategia del Gobierno para dividir a la oposición y advirtió que “yo no tengo precio”. Las declaraciones de la chaqueña provocaron en Ocaña satisfacción y enojo al mismo tiempo. “Yo tampoco tengo precio”, dicen que reaccionó la ahora funcionaria, aunque también reconoció que Carrió mostró mucha más tolerancia que el resto de sus compañeros del ARI.
Cuando el presidente Néstor Kirchner designó a Ocaña en el PAMI, Carrió se mantuvo callada. Lo que ella no dijo sí lo dijeron, en cambio, sus colaboradores: que Ocaña había desobedecido la orden que la chaqueña había dado de que nadie del ARI ocupara cargos en el Gobierno.
En su primera aparición pública desde entonces, Carrió trató de no alimentar la polémica y comentó que “no salí a criticar a Graciela Ocaña, porque no quiero dañar a nadie; tengo un profundo afecto personal por ella. Es como una hija política”.
En tono conciliador, la jefa del ARI declaró al diario La Capital de Rosario que “lo importante es que a Graciela le vaya muy bien en el PAMI” porque “con tres millones de personas en estado de absoluto abandono, como los afiliados al PAMI, deseo de todo corazón que le vaya bien”. También señaló que “una cosa son las cuestiones de política interna y las relaciones con el poder y otra es la obra social de los jubilados”.
Esas fueron las declaraciones de Carrió que reconfortaron a Ocaña. “Fue mucho menos crítica que otros dirigentes del ARI”, destacó un colaborador que la acompañó en su traslado de la Cámara de Diputados al PAMI.
Lo que no le gustó demasiado a Ocaña fue el resto de lo que Carrió dijo; en particular, la afirmación acerca de que “no todas las personas somos iguales. En la historia de las cooptaciones, los partidos desaparecieron cuando se entregaron los líderes. Acá, lo más importante es que hay un núcleo duro que sabe adónde va y que yo no tengo precio”.
Las palabras de Carrió en ese sentido confirman su visión acerca de que la designación de Ocaña en el PAMI se inscribe en un intento de Kirchner de licuar a la oposición y por eso mismo la chaqueña aclaró que su fuerza política no tuvo ninguna participación en su nombramiento. “Ocaña –subrayó con ese objetivo– es una persona honesta y capaz, ahora el mérito es del Gobierno y de ella, en esto no tiene nada que ver el ARI.”
La jefa del ARI afirmó también que “sabía desde agosto que (Ocaña) se iba a ir y quiénes cederían al operativo del Gobierno”. Y agregó que “ya sé quiénes serán los otros dos o tres que van a partir” de su agrupación política, aunque no los individualizó.
Consultada sobre el pedido de renuncia a la banca que realizaron los dirigentes de su partido a Ocaña, manifestó que “está claro que hay una banca que no será ocupada, entonces sería bueno que sea utilizada por alguien que ejerza el rol de oposición que decidió el partido. Pero tampoco es una cuestión de vida o muerte”. La opinión sobre la conveniencia de que Ocaña renuncie a su banca –para asumir en el PAMI pidió licencia– así como la frase “sabía que se iba a ir”, refleja que Carrió ya no cuenta a su antigua mano derecha en las filas de su partido.