“No son sueldos como para ahorrar dinero si uno tiene muchos gastos”, afirmó ayer Gabriela Michetti, en referencia a sus 14 años como política profesional: legisladora y vicejefa de Gobierno porteña, senadora nacional y ahora vicepresidenta de la Nación. La titular del Senado justificó así el préstamo de 50 mil dólares que le habría dado su novio, Juan Tonelli, y que les robaron el 22 de noviembre pasado, junto con otros 245 mil pesos. La dirigente macrista sostuvo que no tiene “ningún problema” con la denuncia judicial que realizó un abogado para que se investigue el origen de esos fondos y aseguró que figuran en las declaraciones juradas de ambos. Sobre la suma en pesos, reiteró que 200 mil eran donaciones que pertenecían a la Fundación SUMA –que ella preside– y los 45 mil restantes los tenía para hacer arreglos en su domicilio y cubrir los gastos cotidianos.

La misma noche en que Cambiemos ganó la segunda vuelta electoral y Michetti alcanzó la vicepresidencia, un hombre no identificado hasta el momento ingresó a su casa del barrio de Balvanera y le robó todo el dinero en efectivo. Por el hecho está imputado uno de los custodios de Michetti, David Juan Pablo Cruzado, que según un entrecruzamiento de llamadas se habría contactado con el autor material del robo luego de comprobar que el domicilio estaba vacío. Si bien el robo se produjo hace más de 7 meses, la información salió a la luz por una nota publicada el último domingo en el diario cooperativo Tiempo Argentino.

“Desde que entré a la política no tengo un peso más, el patrimonio que yo tengo es el mismo, que es mi casa, no hay nada de cosas raras”, se defendió ayer la vicepresidenta en declaraciones radiales. Michetti ya había quedado en la mira hace poco más de un mes cuando se conoció que su patrimonio se incrementó un 708 por ciento en el último año. Sin embargo, la funcionaria macrista explicó que se debió a cambios en la valuación fiscal de sus bienes. Declaró un millón ciento cincuenta mil pesos. En esa declaración, figura el préstamo de 461.050 pesos por parte de Tonelli, que al tipo de cambio del momento era el equivalente a los dólares robados en noviembre.

Según relató la vicepresidenta, ese dinero fue un préstamo de su novio para pagarle una maestría en el exterior a su hijo, Lautaro. Consultada por el tipo de maestría y en qué institución se realizaría, respondió: “La... en realidad la maestría no, no es que estaba ya decidida cuál era, ni se había definido, digamos eh, hasta te diría que ni siquiera en qué, porque digamos, una maestría que yo...”, titubeó Michetti y finalmente relató que su hijo le había consultado por la eventual posibilidad de continuar sus estudios de posgrado en el exterior. “Con el sueldo que yo tengo probablemente no lo podamos hacer, tal vez si pedís una beca”, dijo la vicepresidenta que le contestó. Tras conversar esa situación con su novio, lobbysta de laboratorios, Tonelli le llevó el dinero. “Fue como una cosa tal vez tonta hacer una cosa muy explícita y mostrarle su regalo porque tenía buenas notas y tenía su maestría si la quería hacer”, señaló Michetti.

Respecto de los 200 mil pesos dijo que eran donaciones para la Fundación Suma que le llevaron a su casa el sábado 21 de noviembre porque la semana siguiente debían realizarse pagos para la cena anual de recolección de fondos, realizada el lunes 29 de noviembre. El abogado que presentó la denuncia Leonardo Martínez Herrero señaló que por disposición de la AFIP “tiene que haber nómina de los donantes” y el aporte “tiene que ser bancarizado”. Michetti dijo desconocer quienes eran los aportantes. “No tengo ni idea, no sé qué es Farallón”, respondió al ser consultada por el Grupo Farallón, uno de los auspiciantes de la Fundación, recientemente involucrado en el caso López. La investigación sobre el patrimonio de Michetti quedó a cargo del juez federal Ariel Lijo y el fiscal Guillermo Marijuán.